“No opriman a las viudas ni a los huérfanos ni a los extranjeros ni a los pobres. Tampoco tramen el mal unos contra otros.”
ZACARÍAS 7:10
“La negativa a tomar partido en grandes problemas morales es en sí misma una elección. Es una aquiescencia silenciosa al mal.”
ARZOBISPO FULTON SHEEN
El cristiano presbiteriano Donald John Trump tiene tres hijos varones (Donald, Jr., Eric y Barron William) y dos hijas mujeres (Ivana y Tiffany).
Ivana Marie Trump, más conocida como ‘Ivanka’, y su marido es el empresario judío Jared Kushner (especializado en bienes raíces en New Jersey y dueño del periódico The New York Observer). Ivana se convirtió al judaísmo el 17/07/2009, el día cuando se anunció su compromiso con Jared.
Años después, el vínculo con los Kushner facilitó las coincidencias de Trump y Benjamin Netanyahu, líder conservador de Israel, presidente del partido Likud.
¿Cómo es, entonces, que funcionarios de Trump aparecen involucrados en denuncias de la comunidad judía estadounidense por antisemitismo?
Es interesante brindar este marco para analizar las declaraciones de la ex analista de la Casa Blanca en Rusia, Fiona Hill, quien criticó las teorías de los seguidores de Trump de conspiración sobre el multimillonario judío George Soros.
Hill afirmó, durante su testimonio en las audiencias para evaluar un posible juicio político contra Trump en la Cámara de Representantes, que se trataba de un ataque antisemita.
George Soros (nacido como György Schwartz) es un administrador de carteras de inversión financiera y filántropo húngaro de origen judío y naturalizado estadounidense.
La familia Schwartz cambió su apellido a Soros en 1936, en respuesta al creciente antisemitismo con el auge del fascismo.
En idioma húngaro, “soros” significa el “sucesor designado”, y en esperanto -una lengua hablada por la familia Schwartz- es “se elevará”. Esta decisión, según judíos ortodoxos, demostró una identificación relativa de los Schwartz / Soros con el judaísmo que invoca Hill.
Sin embargo, para ser ecuánimes, no todos los judíos que sufrieron en Rusia, Alemania o aún Francia era ortodoxos y, sin embargo, también eran judíos objetos de odio por su ascendencia e identidad.
En 1946, Soros escapó de la ocupación soviética cuando obtuvo una autorización para participar en un congreso juvenil de esperanto en Suiza.
Ya ejecutivo financiero exitoso en Londres (Reino Unido), Soros inició sus proyectos filantrópicos a finales de la década de 1970, cuando ayudó a estudiantes de raza negra de la Universidad de Ciudad del Cabo en la Sudáfrica del apartheid.
Su asistencia fue decisiva para el triunfo del anticomunismo en Europa Oriental. Por ejemplo, su respaldo al movimiento sindical Solidaridad en Polonia, al que también ayudaba el papa Juan Pablo II– y a Carta 77 en Checoslovaquia.
En 1993 fundó Open Society Institute (Instituto de la Sociedad Abierta), cabeza de una red de fundaciones dedicadas al desarrollo de sociedades abiertas en América, Europa y África, con una ideología inspirada en el racionalismo crítico y liberal del austriaco Karl Popper.
Pero sus fundaciones financian también programas de lucha contra la tóxico-dependencia, el desarrollo de la libertad de información, y la defensa de los derechos de los homosexuales, lo que le concede bríos a diversas teorías conspiranoicas.
También es cierto que las familias adineradas Koch y Mercer, tan agradables para los ‘supremacistas‘, provocan otras formas de ‘conspiranoia‘ activa, a veces no menos extravagantes, aparentemente.
En el caso de Soros, él donó recursos para intentar impedir, sin éxito, la reeleción de George W. Bush, y para apoyar a Barack Obama en 2008.
Soros también donó US$ 2 millones a la Fundación Wikimedia, dueña de Wikipedia, entre muchos otros proyectos a los que ha asignado recursos financieros.
Pero la derecha global considera a Soros un enemigo, y esto fue ratificado por la propia Hill en el Capitolio.
La ‘cuestión judía‘ y el supuesto antisemitismo es un tema muy de moda en USA aún cuando la identidad judía Soros se encuentre en debate. De hecho, hay webs que simpatizan con ‘supremacistas’ y afirman que criticar a Soros no es sinónimo de antisemitismo.
En USA, los ‘supremacistas’ se remontan a antes de la guerra civil estadounidense, pero aún hoy día tienen sus simpatizantes permanentes, lo que les permitió llegar al siglo 21 bastante consolidados como colectivo social.
Por ejemplo, en estos días en Pittsboro, Carolina del Norte, la Junta de Comisionados del condado de Chatham decidió retirar una estatua confederada -monumento donado en 1907 por las Hijas Unidas de la Confederación- del ingreso a un edificio gubernamental, provocando varios meses de controversias y manifestaciones porque grupos ‘supremacistas’ blancos se negaban a que las autoridades retirasen la estatua.
“No maltrates ni oprimas a los extranjeros en ninguna forma. Recuerda que tú también fuiste extranjero en la tierra de Egipto.”
ÉXODO 22:21
Los protocolos de los sabios de Sion
El representante Raja Krishnamoorthi (demócrata por Illinois) le preguntó a Hill sobre las acusaciones de que ella era un “topo” de Soros en la Casa Blanca, una teoría conspirativa promovida por el ahora convicto delincuente, el abogado Roger Stone, un antiguo amigo y ex asesor político del presidente Donald Trump.
Krishnamoorthi también preguntó si Hill consideraba las acusaciones de Stone como antisemitismo.
Ella respondió: “Ciertamente cuando involucran a George Soros”.
Hill llamó “nuevos Protocolos de los Sabios de Sión“, a las acusaciones de Stone.
“Los protocolos de los sabios de Sion” es un libelo antisemita publicado en 1902 en la Rusia zarista para justificar ideológicamente los pogromos que sufrían los judíos.
Es la publicación antisemita más famosa y Adolf Hitler la consideró veraz aunque en 1921 el diario británico The Times había demostrado que se trataba de un “torpe plagio” de la obra “Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”, de Maurice Joly, en la que se inventaba un complot de Napoleón III para dominar el mundo.
Hill desestimó las afirmaciones de Trump y sus partidarios de que fue Ucrania, no Rusia, la que interfirió en las elecciones presidenciales de 2016 en USA. Ella consideró las afirmaciones del ‘trumpismo’ como “una narrativa ficticia que ha sido perpetrada y propagada por los propios servicios de seguridad rusos”.
Trump y partidarios influyentes han afirmado que las denuncias en 2018 de abuso sexual contra su entonces candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, fueron financiadas por Soros y que el millonario habría pagado también las movilizaciones políticas para impedir la designación de Kavanaugh.
En esa circunstancia es cuando los defensores de Soros recuerdan su origen judío y que el antisemitismo ha sido un elemento básico de la campaña y la presidencia de Trump.
Ya en 2016, Soros; el entonces CEO de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein; y la ex presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, fueron mencionados en un spot de campaña de Trump producido contra “quienes controlan las palancas del poder en Washington”. El origen de los tres es judío.
Luego, Trump contrató a Stephen Miller, un activista político de extrema derecha, como consejero superior. Miller fue el director de Comunicaciones del entonces senador de Alabama, luego fiscal general Jeff Sessions hasta noviembre de 2018.
“Así que tú también tienes que demostrar amor a los extranjeros porque tú mismo una vez fuiste extranjero en la tierra de Egipto.”
DEUTERONOMIO 10:19
Nativismo
El Southern Poverty Law Center (SPLC) ha publicado una serie de historias explosivas que analizan 900 correos electrónicos que obtuvo el ‘think tank‘, mostrando mensajes intercambiados entre Miller y el sitio web de extrema derecha Breitbart, entre 2015 y 2016, cuando Miller trabajaba como asistente de Sessions.
En sus correos electrónicos, Miller intenta, por ejemplo, moldear la cobertura de Breitbart acerca de los asuntos más apremiantes en lo migratorio, sugiriendo que incluyesen artículos de grupos ‘supremacistas blancos’.
En otra ocasión, Miller se refirió a los refugiados como “terroristas extranjeros”. Desde la Casa Blanca ocurrió una enorme reducción en el límite del ingreso anual de refugiados a USA.
Es muy corta la mecha que queda de la paciencia social acerca de Miller.
Ocho organizaciones judías estadounidenses (Bend the Arc, Jewish Action, The Jewish Vote, Never Again Action, Jews for Racial & Economic Justice, T’ruah, J Street, IfNotNow), lanzaron una petición online dirigida a Miller, a quien llamaron “nacionalista blanco” y “arquitecto de los crueles e interminables ataques de la administración Trump contra los inmigrantes”.
“Y con pruebas irrefutables de su racismo, xenofobia e islamofobia profundamente arraigados“, continuó la declaración, “y con evidencia de que ha promovido sitios web que difunden teorías antisemitas de conspiración, no se le puede permitir que siga siendo un empleado federal“.
En verdad, Miller, de madre judía, adhiere al “nativismo”, una ideología que defiende a los nacidos en USA y rechaza a los extranjero.
Según Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser, el nativismo es uno de los componentes esenciales del populismo de derecha, «el nativismo alude a la idea de que en los estados deberían habitar exclusivamente miembros del grupo nativo (“la nación”) y de que los elementos no nativos (“extranjeros”) son una amenaza fundamental para el estado-nación homogéneo».
En definitiva, el nativismo es una de las expresiones del nacionalismo demográfico donde los extranjeros nunca son bien recibidos ya sea por el conjunto de toda la sociedad o por alguno de los grupos étnicos de dicha sociedad al considerar a los extranjeros distintos a ellos, por origen geográfico, religión o cualquier otra rasgo socioeconómico. Curioso que lo practique un descendiente de judíos, con todos los males que los judíos han sufrido desde los días de la esclavitud en Egipto a la fecha.
Según Wikipedia, Martín Alonso Zarza –basándose en los estudios de Götz Aly, Adam Tooze y Fabrice d’Almeida–, afirma que el nativismo estaría ligado a las grandes truculencias económicas y políticas.
Según el alemán Aly y el británico Tooze el expolio de la Alemania Nazi se hizo con racionalidad económica; según el francés d’Almeida las medidas económicas modelan los usos sociales de la élite beneficiaria principal del expolio económico nazi. Para estos autores, Auschwitz se puede explicar desde la racionalidad utilitarista, aunque ideológicamente se quiera presentar como fruto de una cosmovisión irracional racista y antisemita.
Es muy raro el crecimiento del nativismo en USA porque se trata, en teoría, de una sociedad abierta multiétnica, con una población de unos 326 millones de habitantes donde solamente unos 4 millones son descendientes de los pueblos nativos de USA.
El resto de población es fruto de la inmigración muy reciente en términos históricos: ingleses, irlandeses, alemanes, italianos, rusos, de otros países europeos, de países africanos, chinos, japoneses, filipinos, de países latinoamericanos así como de países con religión islámica y religión judía.
“Debes actuar con justicia con los huérfanos y con los extranjeros que vivan en tu tierra, y nunca aceptes la ropa de una viuda como garantía por su deuda.”
DEUTERONOMIO 24:17
El antisemitismo
La Casa Blanca nunca proporcionó evidencia de que los correos electrónicos de Breitbart no eran auténticos, pero arremetió contra el SPLC, calificándola como una “organización de desprestigio de extrema izquierda completamente desacreditada y largamente desacreditada”.
Heidi Beirich, directora del Proyecto de Inteligencia de SPLC, lamentó en declaraciones a Noticias Telemundo que ni un solo legislador republicano o la Casa Blanca hayan dado señales de apoyar la salida de Miller.
“Es inconcebible que una persona tan empapada en nacionalismo blanco, con algunas de las peores ideas concebidas por la humanidad y que han producido violencia y hasta genocidio, pueda mantener su puesto en la Administración”, señaló Beirich.
Después que la representante / diputada Alexandria Ocasio-Cortez (Demócrata-Nueva York) lanzó una petición pidiendo la renuncia de Miller, el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Hogan Gidley, dijo a Yahoo News que “esos difamadores están tratando de negar su identidad judía (la de Miller), lo cual es una perniciosa forma de antisemitismo y una mancha escandalosa que deshonra los recuerdos de las víctimas judías de la persecución antisemita en todo el mundo”.
Sophie Ellman-Golan, líder de la campaña “Judios contra el nacionalismo blanco”, calificó las acusaciones de antisemitismo de la administración Trump de “escandalosas” y le dijo a la web HuffPost: “La Casa Blanca está tratando claramente de utilizar acusaciones escandalosas para silenciar las críticas muy reales”.
“Miller está a cargo de la política migratoria en la Casa Blanca, y está claro que su nacionalismo blanco sirve de guía cuando vemos a niños migrantes encerrados en jaulas”, afirmó.
“Una de las cosas que más me perturba es presenciar a la Casa Blanca tratando de hacer que la palabra antisemitismo carezca de sentido y al mismo tiempo hacer que el surgimiento de esto sea mucho peor“, dijo Ellman-Golan, “porque hemos visto el surgimiento del antisemitismo que acompaña a la administración de este Presidente, y realmente mucho de eso ha sido incitado por Trump y miembros del Partido Republicano, gran parte del daño contra los judíos. Y, sin embargo, este es el partido que está lanzando ansiosamente acusaciones de antisemitismo y está utilizando a los judíos para atacar a sus oponentes políticos “.
Este sentimiento fue repetido por el columnista del diario The Washington Post, Paul Waldman, quien es judío: “Estoy seguro de que en algún momento, alguien hizo un intento más repugnante de usar una acusación de antisemitismo para proteger a alguien de la responsabilidad de su propio fanatismo”, escribió Waldman. “Pero, simplemente, no puedo recordar ninguno”.
“Esto dice el Señor: ‘Sean imparciales y justos. ¡Hagan lo que es correcto! Ayuden a quienes han sufrido robos; rescátenlos de sus opresores. ¡Abandonen sus malas acciones! No maltraten a los extranjeros, ni a los huérfanos ni a las viudas. ¡Dejen de matar al inocente!”.
JEREMÍAS 22:3
Judíos al ataque
El Consejo Democrático Judío de América calificó a Miller de “racista, intolerante y shanda, una vergüenza y una vergüenza para la comunidad judía y los Estados Unidos”.
La Liga Anti-Difamación y el Consejo Nacional de Mujeres Judías también se encontraban entre docenas de organizaciones de derechos civiles para enviar una carta al presidente Donald Trump rogándole que despidiera a Miller.
“En su papel de asesor principal, Stephen Miller ha promovido el discurso de odio de neonazis, fanáticos y supremacistas blancos”, afirmó el texto. “Su avance de la ideología nacionalista blanca ha resultado en políticas, y actos violentos, que perjudican activamente a los inmigrantes, las personas de color y las comunidades marginadas”.
La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, dijo que “Miller está dedicado a este país y estoy orgullosa de trabajar junto a él todos los días con el objetivo de hacer que nuestra nación sea aún más grande. Él es un amigo y colega, y tenemos la suerte de tenerlo en la Casa Blanca”.
Pero más de 107 miembros demócratas de la Cámara de Representantes publicaron una carta abierta exigiendo que el Presidente despida a Miller.
“Los correos electrónicos de Miller y los sentimientos expresados en ellos son incompatibles con el servicio público y lo hacen incapaz de dar forma a cualquier política, ya sea de inmigración o de otro tipo. Nos negamos a tolerar el nacionalismo blanco y la xenofobia en la Casa Blanca o en otros lugares de los Estados Unidos. El señor Miller debe ser despedido de inmediato”, afirmó el texto.
Norma Torres, legisladora demócrata por el distrito 35 de California y firmante de la carta, dijo que “si al presidente Trump le importa en lo más mínimo estar en el lado correcto de la historia, despediría a Stephen Miller”.