Proponen la semana de la no dulzura para incentivar el consumo de alimentos no procesados ni industrializados y bajos en azucares.
Surgió en contraposición a la tradicional “Semana de la dulzura” cuya estrategia comercial propone el intercambio de golosinas la primer semana de julio.
Este año es la segunda edición argentina de la iniciativa saludable. Su comienzo está fechado paramañana 25 de julio y se extiende hasta el siguiente viernes.
El propósito que persiguen las organizaciones a cargo, como la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND), es “generar conciencia sobre la importancia de moderar el consumo de azúcar y promover una mejor educación alimenticia”.
Los organizadores explican que “es una construcción colaborativa […] La idea es que sea de todos los actores de la sociedad civil que buscan mejorar la alimentación, ya sean empresas, profesionales de la salud, fundaciones o personas”.
Se da en un contexto en el que un argentino ingiere 114 gramos de azúcar diarios en promedio, que representa el triple de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
“Este exceso contribuye al drama de la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles (como la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las cerebrovasculares), que son la primera causa de muerte en el país. El aislamiento social preventivo, según estudios del Conicet, agrava aún más la situación” afirma el documento oficial de la campaña.
Además invitan a visibilizar con los hashtags #semanadelaNOdulzura y #menosazucarxmassalud.
La otra pandemia
La obesidad es una enfermedad que tiene sus orígenes en los primeros meses de vida de la persona.
La licenciada en Nutrición Luciana Padduano (miembro de la Comisión Directiva de la AADYND) explica que “la accesibilidad y el precio del azúcar llevaron a la industria a construir sobre sus cimientos innumerables comestibles. Después de los 6 meses, ayudados por la fácil digestión y la desmesura de su sabor dulce, estos productos azucarados comienzan a construir un patrón alimentario que desemboca en sobrepeso y obesidad infantil”.
Según la OMS la obesidad se triplicó desde 1975. Para 2016 los números señalaban que:
- Más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los que más de 650 millones eran obesos.
- Es decir que el 39% de los adultos de 18 o más años tenían sobrepeso y el 13% obesidad.
- También había 41 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso u obesidad.
- Y 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) tenían sobrepeso u obesidad.
Lo alarmante del panorama es que son enfermedades prevenibles y el índice aumenta a causa de laingesta de alimentos calóricos y grasos,sumado al descenso de la actividad física envidas cada vez más sedentarias.
El sobrepeso es un factor de riesgo para otras dolencias como:
- Enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
- Diabetes.
- Trastornos del aparato locomotor, en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante.
- Algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).