El Psyllium es una planta con múltiples usos medicinales.
Plantago ovata
Psyllium se llama comúnmente a la planta cuya denominación científica es Plantago ovata y ha sido utilizada por diversas culturas hace miles de años, principalmente en India de donde es originaria.
No requiere cuidados delicados para crecer y es fácilmente confundible con otras especies de la familia, como el psyllium negro que presenta las mismas propiedades pero en menores proporciones.
Asimismo puede ser identificada también con los nombres de psilio, ispágula, ispaghul o llatén de la India, dependiendo la región.
Históricamente fue utilizada como tratamiento para la tos, para inflamaciones articulares, úlceras e incluso como producto de belleza para el cabello y la piel. Pero el rasgo que la distingue actualmente es ser una hierba reguladora del tránsito intestinal.
Se puede conseguir la semilla entera, la cascara que la recubre (salvado) o en derivados farmacéuticos, y puede usarse tanto como medicina como ingrediente adicional en las comidas.
Un remedio natural
El psyllium es una planta con múltiples usos medicinales que puede ser utilizada para:
- Constipación: el mucílago es la parte de la semilla que aumenta su tamaño al tomar contacto con el agua formando una consistencia de gel, similar a la chía. Gracias a esta capacidad de solubilidad en agua, ayuda a acelerar el tránsito gastrointestinal a la vez que aumenta el peso de las heces.
- Diarrea: al absorber gran proporción de agua colabora con la normalización de la frecuencia y las características del tránsito gastrointestinal, sobre todo ralentiza el paso por el colon.
- Colon irritable: las personas con este síndrome padecen generalmente alternancia entre episodios de estreñimiento y diarrea, por lo que el psyllium puede ser una herramienta natural para ayudar a controlar los síntomas.
- Hemorroides: ayuda a fluidificar las heces, apacigua el dolor y aminora el sangrado.
- Colesterol LDL: al unirse a los ácidos grasos y biliares, promueve la eliminación del LDL.
- Control de peso: gracias al alto contenido en fibra regula el apetito y logra que perdure la sensación de saciedad por más tiempo.
- Diabetes tipo 2: en muchos casos colabora en la disminución de la absorción de glucosa y a la reducción de los niveles de azúcar en la sangre
- Fortalece la microbiota: el psyllium posee gran cantidad de fibra (ocho veces más que el salvado de avena), un prebiótico nutritivo para las bacterias intestinales que estimula el crecimiento y la diversidad de los organismos.
¿Cómo utilizarla?
Se recomienda la ingesta de aproximadamente 2,5 gramos de semillas de psyllium disueltas en un vaso de agua. Dependiendo el caso, las dosis y la frecuencia varían, aunque en general no se indica exceder los 13 gramos por día.
Al ser una hierba no quiere decir que sea totalmente inocua, sino que en función del cuadro que se presente o incluso sin ninguna enfermedad o trastorno es primordial acudir a un especialista.
Más aún en personas que toman medicaciones ya que el profesional sabrá si existe interacción entre ambas y cómo remediarla. Además pueden presentarse efectos adversos como alergias, obstrucción intestinal, distensión y flatulencia.
En todos los casos, se sugiere que al comienzo el consumo sea progresivo para lograr que el cuerpo se acostumbre y que siempre esté acompañado por una buena hidratación diaria.
Por otro lado, también existen medicamentos derivados de la planta que se comercializan en forma de polvo, gránulos y obleas para tomar por vía oral. La opción más conveniente dependerá de la accesibilidad, ya que en general no es un producto económico y se encuentra en dietéticas, farmacias y por internet.
Receta de pan de psyllium
Como ingrediente adicional en la cocina, el psillyum puede ser el reemplazo del gluten al momento de elaborar pan, ya que lo dota de flexibilidad y de la consistencia aireada característica.
La consigna es simple: se mezclan los secos, luego agregar los húmedos de a poco y el agua, batiendo unos segundos. Finalmente armar bollitos, decorar con semillas y hornear.
Ingredientes:
- 150 gr harina de almendra o la que se disponga
- 5 cda. cáscaras de psyllium en polvo
- 2 cdta. polvo para hornear
- 1 cdta. sal marina
- 2 cdta. vinagre de manzana
- 225 ml agua hirviendo
- 3 claras de huevo