Hace tiempo que los protagonistas de Silicon Valley, el conglomerado líder de desarrollo tecnológico y origen de muchas de las fortunas contemporáneas, se dicen fascinados por el budismo.
Varios de los fundadores de la Meca digital estuvieron cerca del movimiento Beat y la contracultura de las décadas de 1950 y 1960, cuando la espiritualidad asiática, y el budismo en particular, comenzaron a entrar en la conciencia popular.
Tal como los cuatro integrantes de The Beatles en febrero de 1968, el cofundador de Apple, Steve Jobs, viajó a India para estudiar con un gurú y pidió que un monje budista fuera a su oficina una vez por semana para recibir asesoramiento espiritual.
En 2007, la conducción de Google inició ‘Search Inside Yourself’, una serie de cursos de Mindfulness para todos sus empleados jerárquicos.
En días más recientes, Mark Zuckerberg, cofundador y CEO de Facebook, quien creció en la religión judía, y más tarde se declaró ateo, ahora se interesó en el budismo.
La creciente investigación científica sobre los beneficios de la meditación para la salud ha legitimado la práctica en entornos corporativos.
En el proceso, dijo Carolyn Chen, profesora en la Universidad de California, Berkeley, la meditación ha sido despojada de sus elementos religiosos y reorientada para lograr objetivos no espirituales, tales como la relajación o la concentración en el trabajo. Se ha transformado en una herramienta secular para la auto-optimización.
En 2019, Mindfulness es una industria de US$ 4.000 millones anuales, según el libro “McMindfulness”, de Ronald E. Purser.
Sin duda fue un acierto del médico Jon Kabat-Zinn, quien en los años ’70 aplicó sus conocimientos del budismo para lograr un programa de meditación.
Business are business
En las tiendas online de los sistemas operativos para teléfonos móviles Android e iOS, las aplicaciones de “meditación” pueden ofrecer más de 1.000 resultados.
Muchos programadores han desarrollado ‘apps’ para ayudar a meditar.
Por ejemplo:
- Headspace, que ofrece cursos para principiantes sobre cómo meditar.
- 10% happier, app nacida del libro de Dan Harris, y su colaboración con Joseph Goldstein.
- Fabulous, no solo tiene un programa de meditación, y mediante notificaciones y pequeños desafíos quiere provocar cambios progresivos en tus hábitos de vida. Lo han llamado coaching integrado.
- Calm, funciona con cuatro puntos: meditación, sueño, cuerpo y música temática, 50 millones de descargas y un valor de mercado de US$ 1.000 millones.
- Pura Mente es una app para aprender a meditar y mantener el hábito con solo algunos minutos al día.
- Intimind está especializada en Mindfulness pero también tiene meditaciones enfocadas en mejorar las relaciones personales y aumentar la productividad enfocada a runners.
- Insight Timer dispone de 15.000 meditaciones guiadas gratis y es una gran red social.
Muse, por ejemplo, monitorea la actividad cerebral, lo que permite a los usuarios evaluar su progreso y adaptar sesiones de meditación guiadas a través del sonido para mantener su concentración enfocada.
“Muse no te entrega a la iluminación“, dijo el cofundador de Muse, Ariel Garten, por correo electrónico a News Service Religion. “Se trata de brindar comentarios concretos sobre lo que ocurre en tu propia mente. Muse mejora tu metacognición, tu capacidad de procesar tus propios pensamientos y tomar decisiones en consecuencia“.
“La comunidad budista tiene dos opiniones sobre lo que está sucediendo con el mercado de las apps”, explicó Chen, profesora de cultura y religión asiática en la UC Berkeley. “Habrá personas que piensen que es un debilitamiento que compromete la tradición, y que no es el budismo. Otras personas dirán “No, no es budismo, pero alivia el sufrimiento, y esto es lo que el Buda enseñó”.
Mushim Patricia Ikeda, profesora budista en East Bay Meditation Center, en Oakland, California, dijo: “Habrá miles de personas que dirán: “Comencé a practicar Mindfulness, no soy budista, no soy religioso de ninguna manera, no voy por ninguna de esas cosas espirituales. Pero me ha ayudado a bajar mi presión arterial, me ayuda a dormir por la noche, me da un rendimiento máximo en mi trabajo“.
Ikeda no usa ninguna aplicación de meditación, pero ha grabado una meditación guiada para la app ‘Liberate’, que fue creada para la comunidad negra e indígena.
Sin embargo: “Cuando despojamos una técnica de meditación de esa base enorme y muy rica de ética y moralidad, se convierte en una técnica que podría usarse para cualquier objetivo que establezcamos y para el que necesitemos más concentración, incluso si es para explotar a los trabajadores o hacer muchas cosas poco éticas o violentas sin conciencia alguna”, dijo Ikeda.
“El capitalismo está usando la meditación para enfocarse en aumentar la producción y está usando la meditación como una forma de hacer que las personas trabajen más“, dijo Daigan Gaither, un sacerdote Soto Zen y maestro de Dharma.
Gaither señaló que la meditación no es el “ser y el fin” del budismo. Y que la mayoría de los budistas de todo el mundo no practican la meditación.
“En el zen, decimos que el zen se transmite de corazón cálido a corazón cálido”, dijo Gaither. “Tienes que tener una relación con alguien para tener ese corazón cálido. Eso no quiere decir que no haya lugar para la tecnología en la práctica del budismo, pero no creo que podamos sacarle la interacción humana”.
La historia
La meditación es una práctica en la cual el individuo entrena la mente o induce un modo de conciencia, ya sea para conseguir algún beneficio o para reconocer mentalmente un contenido sin sentirse identificado con ese contenido, o como un fin en sí misma.
El término ‘meditación’ se refiere a un amplio espectro de prácticas que incluyen técnicas diseñadas para promover la relajación, construir energía interna o fuerza de vida (Qì, ki, chi, prāṇa, etc.) y desarrollar compasión, amor, paciencia, generosidad y perdón.
Una forma particularmente ambiciosa de meditación tiene como objetivo conseguir sostener la concentración en un punto sin esfuerzo, enfocado a habilitar en su practicante un estado de bienestar en cualquier actividad de la vida.
El fin último es lograr un estado de paz total a través del control de los pensamientos y las emociones.
La meditación ha resultado importante en muchas prácticas espirituales y religiosas.
Budismo
La meditación es importante en el camino para la aclaración y el nirvana en la fe budista, herramientas para ayudar a alcanzar un estado de serenidad y discernimiento. Varias técnicas -incluyendo la meditación y recuerdos de la respiración- se enseñan extensamente en escuelas budistas.
Muchos individuos no-budistas han adoptado las técnicas meditativas por diversas razones, y la práctica está llegando a ser más popular.
Taoísmo
La meditación del Tao fue influenciada por prácticas budistas e implica diversas técnicas de concentración, discernimiento y visualización. Los seguidores de las prácticas pueden visualizar las esencias solares y lunares para lograr salud y larga vida.
El entrenamiento interno implica la respiración y la ampliación y relajación de la mente para lograr el cultivo de Qi.
Hinduismo
Hay diversos estilos en la meditación hindú. El yoga se practica inicialmente para prepararse para la meditación. Los estados de una práctica de la yoga son ocho limbos.
Moksha es el estado deseado del hinduismo, el cual puede asimilarse al nirvana del budismo.
Islam
La meditación islámica, o Sufism, lleva al conocimiento y a métodos utilizados para la respiración y la repetición de palabras o de mantras santos. Hay varias semejanzas con la meditación budista, tal como la técnica de la concentración y la introspección enfocada.
Apunta a perfeccionar la capacidad curativa y aumentar la creatividad, además de despertar el corazón y la mente, y permitir la presentación interna ante Dios.
Fe de Baha’i
Meditación y rezo tienen un papel fundamental en la religión que fundó Bahá’u’lláh, a quien consideran la Manifestación de Dios para la época actual. Se anima a los seguidores de la fe que mediten con comportamiento piadoso para girar hacia el foco en la potencia divina.
Los bahaíes emplean el término “revelación progresiva”, que significa que Dios se revela a la humanidad progresivamente, a medida que maduramos y podemos comprender el propósito de Dios al crear la humanidad.
Jainismo
La meditación es central y apunta a ayudar a lograr la aclaración y los 24 Tirthankaras, que existen en posturas meditativas.
La meditación Jain es el camino a la salvación y al logro de las tres joyas -fe, conocimiento y conducta-, necesarias para lograr un estado de completa libertad.
Judaísmo
La meditación tiene mucha historia en el judaísmo, desde las referencias en textos religiosos tempranos como el Tanaj (conjunto de 24 libros sagrados canónicos en el judaísmo). El propósito de la práctica es entender lo divino.
Diversos métodos se pueden utilizar, incluyendo la visualización.
Sikhism
Es necesaria la meditación conocida como simran, para alcanzar metas espirituales y buenas acciones. Simran es una palabra hindi / punjabi / marathi derivada de una palabra sánscrita acerca de una acción que conduce a la realización de lo que puede ser el aspecto y propósito más elevado en la vida. Es el recuerdo continuo del mejor aspecto del yo, y/o el recuerdo continuo de Dios.
Cristianismo
En la fe cristiana la meditación se puede utilizar, en forma de rezo u oración, para conectar con la palabra de Dios. Consiste en enfocarse en una serie de pensamientos, tales como la lectura de un pasaje de la Biblia.
Difiere de otras formas de meditación pues no utiliza los mantras que se relanzan para ayudar en curso de aclaración. Los líderes cristianos han advertido contra la integración de la meditación cristiana con técnicas meditativas de Oriente.
Las acciones posibles
“(…) No hace mucho tiempo le pregunté a mi pastor acerca de la diferencia entre la meditación y la oración, ya que las dos pueden ser difíciles de distinguir. Él respondió: “En la Escritura, Dios nos habla. En la oración, hablamos con Él. Lo que Él nos dice a nosotros nos indica lo que debemos decirle a Él”. (…)”.
5 PASOS PARA MEDITAR EN LA BIBLIA
Pregunta fundamental: “¿La mente debe estar vacía para ver con claridad?”.
Para algunos, la meditación es despejar la mente.
Para otros, la meditación es comunicarse con el mundo espiritual que nos rodea.
La meditación cristiana es el proceso de enfocarse deliberadamente en pensamientos acerca de Dios.
La meditación cristiana nada tiene que ver con alguna práctica que tienen como fundamento el misticismo.
Hay una peligrosa premisa que afirma que necesitamos “escuchar la voz de Dios”, cuando hay un mandato explícito de que Dios se expresa a través de su Palabra, la cual es “…inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).
Para el cristiano, la meditación tiene como eje la Palabra de Dios, y lo que ella revela acerca de Él.
“Qué alegría para los que
SALMOS 1:1-3
no siguen el consejo de malos,
ni andan con pecadores,
ni se juntan con burlones;
sino que se deleitan en la ley del Señor
meditando en ella día y noche.
Son como árboles plantados a la orilla de un río,
que siempre dan fruto en su tiempo.
Sus hojas nunca se marchitan,
y prosperan en todo lo que hacen.”
Los valores asociados a la religión se convierten en una referencia para la toma de decisiones. Existe una pregunta que algunas personas se hacen: ¿es compatible la fe religiosa con la práctica de la meditación?
Los católicos han usado métodos de meditación discursiva:
- el método de los tres poderes, descrito en los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola;
- el método de Alfonso María de Ligorio;
- el método de San Sulpicio, propuesto por Francisco de Sales.
La Iglesia Católica afirma permitir la diversidad de métodos de meditación, siempre y cuando los métodos sean un guía que conduzca a Cristo. (Catecismo de la Iglesia católica, sección 2707).
Sin embargo, de pronto ya se había saltado el cerco y en el Vaticano, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó en 1989 un documento llamado ‘Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana’, advirtiendo a los católicos sobre los posibles peligros para la fe cuando se mezcla esa práctica con estilos de meditación provenientes de otras religiones o sistemas filosóficos, tales como el hinduismo o el budismo.
En cambio, los defensores del Mindfulness afirman que una persona puede practicar el culto asociado a los ritos que forman parte de su religión, y a la vez realizar su meditación de la atención plena como un medio para incrementar la resiliencia frente al estrés o los eventos vitales adversos: se trata de ámbitos totalmente independientes y autónomos.
Entonces, una persona con creencias religiosas al igual que una persona que se define como atea, pueden ejercitar este hábito, que no tiene como finalidad la profundización en el conocimiento de la divinidad.
Definiendo la meditación
El propósito central de un cristiano es la redención, cuya consecuencia es un cambio de inquietudes e intereses porque se ha nacido de nuevo.
Es una definición fundamental para redefinir la cuestión de la meditación.
“En otro tiempo nosotros también éramos necios y desobedientes. Fuimos engañados y nos convertimos en esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Nuestra vida estaba llena de maldad y envidia, y nos odiábamos unos a otros.
TITO 3:3-5
Sin embargo,
Cuando Dios nuestro Salvador dio a conocer su bondad y amor,
él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo.”
Sólo entonces pueden comprenderse algunos textos bíblicos. Por ejemplo:
“Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.
FILIPENSES 4:8-9
No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes.”
Entonces, la meditación cristiana es un proceso activo del pensamiento, para el estudio de la Palabra, orando sobre ello, y pidiéndole a Dios el entendimiento por el Espíritu. Esto provoca el crecimiento y la madurez espiritual.
“Recostado, me quedo despierto
SALMO 63:6
pensando y meditando en ti durante la noche.”
“Que las palabras de mi boca
SALMO 19:14
y la meditación de mi corazón
sean de tu agrado,
oh Señor, mi roca y mi redentor.“
