Herodes el Grande o Herodes I, nació en la región de Idumea, y falleció 70 años después en Jericó como rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea, en calidad de vasallo de Roma.
Él fue conocido por sus proyectos de grandes construcciones:
- la expansión del Segundo Templo de Jerusalén (el Templo de Herodes),
- el sistema de abastecimiento de agua para Jerusalén,
- la construcción de Sebaste y otras ciudades paganas,
- la construcción de la ciudad portuaria Cesarea Marítima,
- la construcción de las fortalezas Masada, Herodión, Alexandrium, Hircania y Maqueronte; y
- su propio palacio, según se conoce ahora.
El historiador romano-judío del siglo I, Flavio Josefo, escribió sobre Herodes, promotor de una nueva aristocracia que no le sobrevivió porque el emperador Augusto (Gaius Octavius Thurinus, sobrino nieto de Julio César) dividió la Siria Romana entre los sucesores de Herodes I:
- Arquelao fue nombrado etnarca de Judea y Samaria;
- Herodes Antipas fue nombrado tetrarca de Galilea y Perea; y
- Herodes Filipo fue nombrado tetrarca de Batanea, Gaulanítide, Traconítide y Auranítide.
- Salomé, hermana de Herodes el Grande, recibió en el testamento de su hermano la toparquía de tres ciudades: Yavne (al norte de Gaza), Asdod (en Gaza) y Fasayil (al este de Judea), refrendado por Augusto.
La tetrarquía es una forma de gobierno por el cual cuatro personas comparten el poder, llamados tetrarcas.
El toparca es la persona principal de un pequeño Estado compuesto de uno o muy pocos lugares. Es decir, un distrito administrativo usados por los reinos helenísticos y bizantinos, que se dividìa en comarcas.
El comienzo
Antípatro de Idumea, oficial de alto rango de Hircano II, era edomita convertido al judaísmo. Herodes fue criado como un judío.
Edom (significa “rojo“) o Idumea, ubicada al sur de Judea y del mar Muerto, era habitada por los edomitas o idumeos. Descendientes de Esaú, hermano mellizo de Jacob o Israel, ambos hijos de Isaac, nietos de Abraham.
Juan Hircano I, conquistador de Idumea, había establecido la ley judía y quien no la aceptaba era desterrado. Esta conducta la mantuvo Hircano II.
Aunque su estilo de vida fuese romano, casi con seguridad Herodes había sido circuncidado de niño.
Hircano II nombró a Herodes gobernador de Galilea, y a su hermano mayor, Fasael, gobernador de Jerusalén.
En el año 41 a. C., Herodes y Fasael fueron nombrados tetrarcas por el romano Marco Antonio, en reemplazo de Hircano II.
Pero Antígono Matatías, sobrino de Hircano II, tomó el trono con la ayuda del Imperio arsácida (iraníes), y Herodes se marchó a Roma a pedir que restaurasen a Hircano II en el poder.
Pero en Roma, el Senado nombró a Herodes “rey de los judíos“, y él regresó a expulsar a Antígono.
De paso él se casó con Mariamna, la nieta de Hircano II y sobrina de Antígono.
Herodes ya tenía una esposa, Doris, y un hijo, Antípatro.
Para que no le complicaran su diseño de alianzas, Herodes desterró a ambos.
Roma
A los tres años de haber salido de Roma, Herodes, respaldado por legiones romanas, se apoderó de Jerusalén y entregó a Antígono a Marco Antonio para su ejecución.
Herodes se apropió del título de “basileo” (“rey” en griego), 27 años después de la toma de Jerusalén por Pompeyo, y gobernó 34 años más.
Herodes ejecutó a varios miembros de su propia familia, incluida su mujer, Mariamna. Era hora de recomenzar su historia. Él quería instalar una aristocracia propia y un legado familiar.
La clave de Herodes I fue su alianza estrecha con Roma, que le pagó bien la lealtad.
Por ejemplo, Herodes I y Cleopatra de Egipto gozaron de la exclusividad de la extracción de brea del Mar Muerto, que era usada para la construcción de barcos.
Herodes I también tenía la autorización del emperador para extraer cobre de las minas de Chipre.
La relación fue tan intensa que Augusto le regaló a Herodes I los soldados celtas guardaespaldas de Cleopatra, luego que la derrotó, para lo custodiaran en Jerusalén. También le obsequió un contingente de su guardia personal de germanos, para que le protegieran el palacio.
Historiador judío romano del siglo I, Flavio Josefo, escribió “Antigüedades de los Judíos”, en el que describe a Herodes I como un tirano, un déspota, en especial en su trato a los judíos, aunque intentó ganarse su favor con construcciones tales como la ampliación del Templo.
Pero, fiel a su búsqueda de idolatrar a Roma, decidió mezclar todo. En la entrada principal al Templo, él ubicó un águila dorada, escultura para satisfacer a los romanos ya que era el ícono del imperio. Esto enfureció a los judíos y agradó a los romanos.
El constructor
A Herodes I le fascinaban los proyectos edilicios, utilizando cemento hidráulico. En Cesarea Marítima utilizó edificación submarina. Es decir que dominaba las tecnologías más modernas de la época.
Financiaba sus construcciones con un sistema impositivo de los asmoneos -sucesores directos de los macabeos- que resultó una pesada carga para los judíos.
Sin embargo, la cantidad de obras provocó la creación de empleos, y esto logró una elevada demanda de empleo, sinónimo de bienestar.
De todos modos, según Wikipedia, Herodes I auxilió al pueblo durante la gran hambruna del año 25 a. C.
Pero tanto la secta de los fariseos como la de los saduceos, se opusieron a Herodes I.
En el caso de los saduceos, quienes controlaban el Sanedrín, o sea el consejo máximo de los judíos, no le perdonaban a Herodes I que había reemplazado a los sumos sacerdotes de origen local por extranjeros de Babilonia y Alejandría, en un intento de congraciarse con los judíos de la diáspora.
Herodes I aparece en el Evangelio de Mateo (Mateo 2:1-23) a causa de la Matanza de los Inocentes: algunos sabios de Oriente vieron una estrella en el este que les indicó que iba a nacer el rey de los judíos, y llegaron a preguntar a Herodes I por este asunto.
Herodes I era el rey de los judíos, se asustó por la aparición de un usurpador, reunió en una asamblea a los sacerdotes y a los escribas y les preguntó dónde debería nacer el Messiah.
Cuando le dijeron en Belén (lo había anticipado Miqueas 5:2), Herodes mandó a asesinar a todos los niños menores de 2 años en Belén. Así se cumplió la profecía de Jeremías 31:15, que cita Mateo en 2:18. Justo acababa de realizarse un Censo ordenado por los romanos, lo que facilitó la identificación de cada vástago.
José, padre de Jesús, fue advertido en un sueño de que Herodes I era una amenaza y llevó a su familia a Egipto.
Según Mateo, José y su familia permanecieron en Egipto hasta que Herodes I murió, y entonces se trasladaron al pueblo de Nazaret, en la región de Galilea.
El castigo
Flavio Josefo escribió que la enfermedad de Herodes fue muy grave.
Algunos especulan, a partir de la descripción del historiador, que fue una enfermedad renal crónica, complicada por la gangrena de Fournier. O bien una sarna, acompañada de trastornos psiquiátricos. Flavio Josefo dice que el dolor era tan grande que Herodes I intentó suicidarse.
A Herodes le preocupaba tanto que nadie llorase su muerte que convocó a Jericó a un gran grupo de hombres distinguidos y ordenó a su guardia personal que los mataran a todos en el momento de su muerte para asegurarse de que hubiera muestras de dolor.
Su hermana Salomé y su hijo Arquelao no cumplieron esa última voluntad.
Palacio de Herodes es el nombre con el que la bibliografía se refiere al palacio-fortaleza y residencia real mandada construir en Jerusalén por Herodes I el Grande, rey de Judea.
El Palacio de Herodes fue el edificio más importante de Jerusalèn, luego del Templo. Se construyó sobre edificios anteriores (la Torre de David). En su parte norte se levantaron tres grandes torres (la Torre Phasael, la Torre Hipicus y la Torre Mariamme).
Tras la muerte de Herodes el palacio fue la residencia oficial de los gobernadores romanos (Praetorium).
A poca distancia de la ciudad (unos 12 kilómetros), se levantó el Herodium o Castillo de Herodes.
Esta construcción, con su su entrada principal mirando a Jerusalén, era la favorita de Herodes.
Fue el lugar donde Herodes I eligió ser enterrado, según Roi Porat, arqueólogo de la Universidad Hebrea a cargo de las excavaciones.
Sin embargo, Herodes I consideró que una simple parcela en el palacio era muy poco para su gloria y quería que su lugar de descanso final eclipsara todo.
“Entonces, él ordenó cubrir la montaña, incluido el palacio, para enfatizarlo”, dijo Eran Kruzel, de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel.
Enterrar el palacio le proporcionó a Herodes la satisfacción de saber que su tumba no pasaría desapercibida pero también ayudó a preservar y proteger el sitio durante 2000 años.
La Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel reabrirá las ruinas arqueológicas de lo que fue el Palacio de Herodes I o Herodium, el domingo 13/12 y será la primera vez que los turistas podrán ver la escalera arqueada, el vestíbulo y el teatro privado de 300 asientos.
“Es un laboratorio arqueológico incomparable”, dijo Roi Porat, quien lo comparó con la preservación de la ciudad de Pompeya bajo la lava que la cubría.
Características como la amplia escalera del palacio, su vestíbulo principal repleto de frescos a rayas con sus colores originales, tres niveles de arcos, así como la cabina del teatro privado del sitio y la sala de visitas real estarán abiertas al público. Y los arqueólogos trabajan por más restauraciones en breve.