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Hay otro Islam detrás del Islam

viernes 29/11/2019

Los musulmanes cargan con un triple estigma: algunas organizaciones terroristas que intentaron o aún pretenden reinterpretar el Islam; el ataque…

En definitiva, el Islam enfrenta los mismos desafíos tanto socioculturales como dogmáticos que las otras religiones.

Los musulmanes cargan con un triple estigma:

  • algunas organizaciones terroristas que intentaron o aún pretenden reinterpretar el Islam;
  • el ataque a las Torres Gemelas, el 11/09/2001, y todo lo que desencadenó desde el tan desafortunado gobierno de George W. Bush y sus amigos contratistas del Pentágono; y
  • la milenaria disputa con Israel, que comenzó con los dos hijos de Abraham, Ismael e Isaac.

Sin embargo, los musulmanes resultan igual que los judíos o los cristianos o los budistas o los mormones o los agnósticos: los hay buenos, los hay regulares y los hay malos.

Sin duda, en el capítulo positivo debe mencionarse a Asma Shuweikh, de 36 años de edad, de Birmingham, Reino Unido, quien salió en valiente defensa de una familia judía que era agredida a los gritos en el tren subterráneo de Londres.

Asma le explicó a BBC Radio London que ella luce habitualmente un hiyab, tradicional pañuelo que cubre la cabeza de la mujer musulmana, y por eso ha sufrido la discriminación en el transporte público, y que nadie salga en su defensa.

“Siendo madre de dos hijos, sé lo que es estar en esa situación y me gustaría que alguien me ayudara si estuviera en esa situación”, dijo Shuweikh. “Para ser honesta, pensé que era mi deber como madre, como musulmana practicante, como ciudadana de este país, decir algo”.

La policía del transporte británica anunció que habían arrestado a un hombre de 35 años del distrito londinense de Hillingdon por un delito de orden público “agravado racialmente“. Dos días después, el hombre fue liberado bajo fianza aunque continúa la investigación.

En el video publicado en Twitter por un testigo del incidente, Chris Atkins, se escucha a un hombre que sostiene lo que parece una Biblia, que dirige una retórica antisemita a un padre y a un niño, ambos con gorros judíos llamados kipá, acusándolos de “sinagoga de Satanás”, de “asesinos de Jesús” y “amos de esclavos”.

Shuweikh intervino diciéndole al agresor: “Aquí hay niños”.

“Le dije que necesitaba calmarse y dar un paso atrás para ver dónde estaba”, dijo Shuweikh.

El hombre le respondió dirigiendo su agresión hacia ella.

“Comencé a sentir pánico cuando apareció en mi cara, pero logré mantener la calma y seguí tratando de calmar la situación“, recordó Shuweikh.

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Asma Shuweikh.

“El Islam salvó mi vida”

Otra historia interesante es la de Darrell Davis, enviado a prisión cuando tenía 18 años, por asesinato, agresión agravada y violencia armada.

En prisión él se convirtió al Islam, y eligió un nuevo nombre, “Sadiq”, que en árabe significa “honesto”, demostración de su decisión de dejar atrás su vida anterior.

Sadiq es el protagonista del documental “The Honest Struggle” (La lucha honesta), dirigido por el director cuatro veces ganador del premio Emmy, Justin Mashouf, quien acompañó a Davis en su regreso al lado sur de Chicago y su intento de construir una nueva vida después de 24 años tras las rejas.

YouTube video

“El Islam salvó mi vida“, le dice Davis a Mashouf en la película, explicando cómo se apoyó en su “din” (fe), para evitar la influencia de antiguos pandilleros y las tentaciones de dinero fácil cuando debía pagar una cirugía que necesitaba apenas salió de la cárcel.

Poco después que se conoció el documental, fue difundido un informe de la organización de derechos civiles Muslim Advocates (Defensores Musulmanes) que exhibió el prurito y la discriminación: los islámicos son el 1% de la población estadounidense pero el 9% de los presos condenados, y a menudo se enfrentan a graves violaciones en su alojamiento carcelario.

Al igual que Davis, alrededor del 90% de los musulmanes en prisión se convierten al Islam mientras están en prisión.

La película de Mashouf comienza cuando Davis ingresa a un programa para musulmanes anteriormente encarcelados en Chicago, dirigido por la Red de Acción Musulmana (Inner-City Muslim Action Network o IMAN) llamado Green ReEntry (Reingreso Verde), que ofrece capacitación laboral para participar del programa de rehabilitación de viviendas embargadas en el lado sur de Chicago, que servirán como viviendas de transición para hombres musulmanes o carenciados o salidos de prisión.

musulman honesto
Los compañeros de vivienda de Green ReEntry oran juntos (Imagen de la película ‘La lucha honesta’ / ‘The Honest Struggle’).

Mashouf le dijo a la web Religion News Service:

“Vengo de un hogar bastante religioso. Mi padre es iraní, mi madre es irlandesa-alemana. Me enseñaron el Islam a través de la historia de Malcolm X. El viaje de Malcolm X como alguien producto de una sociedad racista, su cambio radical mientras estaba encarcelado, y luego su misión de reformar, fue una historia inspiradora para mí. En 2008, recibí un correo electrónico de un capellán cristiano de la prisión en Dakota del Norte que estaba buscando amigos por correspondencia para los presos musulmanes. Había encontrado mi correo electrónico cuando estaba en la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad de Arizona. Inmediatamente pensé que era la forma en que Dios me decía que debería investigar el tema para mi próximo documental. Así que comencé a escribirme con un chico en esta prisión y luego a hablar con una docena de musulmanes encarcelados en todo el país.”

Agregó:

“Como cineasta independiente, no pude obtener ningún permiso para entrar en ninguna de las cárceles donde tenía contactos. Hay demasiadas barreras institucionales. Luego me presentaron el programa de la Red de Acción Musulmana del centro de Chicago. Y conocí el trabajo de IMAN y de Rami (Nashashibi, fundador de IMAN), un líder tan innovador y eléctrico, que tienen un modelo de trabajo realmente holístico. Entonces tuve la posibilidad de documentarlo cuando Sadiq salió en libertad condicional en 2013. Filmé su viaje hasta 2017 cuando se convirtió en un ciudadano libre.”

Su testimonio:

Aprendí algo fascinante sobre los musulmanes encarcelados: los sistemas que se construyen por la enseñanza islámica que existe dentro de las cárceles. Uno de mis primeros contactos me contó cómo la comunidad musulmana de esa prisión en Dakota del Norte impidió una vez que se produjera un gran disturbio en la prisión al intervenir entre dos pandillas rivales y pagar la deuda de una de las pandillas. Este grupo que no estuvo directamente involucrado en el conflicto realmente se sacrificó de sus propios recursos limitados para evitar una guerra en prisión.”

Desafortunadamente, nuestras comunidades no están equipadas y a veces pueden dañar el estado emocional de los hombres y mujeres que salen de prisión. Muchas, muchas personas sufren de PTSD (Trastorno de estrés postraumático o TEPT), y tienen problemas para estar en grupos. Pueden tener problemas para mantener relaciones íntimas e interpersonales.”

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Rami Nashashibi, fundador de IMAN.

Una cuestión de género

Cuando una encuesta de Gallup informó que ningún musulmán británico había manifestado que la homosexualidad era moralmente aceptable, provocadores de derecha como Milo Yiannopoulos, ex Redactor Jefe de Breitbart News, decidieron retratar a los musulmanes como una amenaza para los gays y las lesbianas.

La mención conduce a un interrogante muy interesante: ¿cómo abordan los islámicos la homosexualidad, una cuestión tan debatida en varias religiones hoy día?

Sin duda que deben afrontar desafíos, en especial cuando es un tema recurrente en la tensión entre las religiones y los Millennials, la juventud del siglo 21.

Sin duda es un tema muy complicado, tal como le sucede a los católicos, metodistas, judíos, evangélicos, mormones, etc.

El Corán y el Hadiz contienen condenas expresas de los actos sexuales entre personas del mismo sexo.

Dos suras citan la historia del “pueblo de Lot” (también conocidos como sodomitas), quienes fueron destruidos por participar en actos homosexuales.

El castigo legal para la sodomía ha ido cambiando según las escuelas jurídicas: algunas prescriben la pena capital, mientras que otras prescriben un castigo discrecional menor.

La homosexualidad es considerada un delito y está prohibida en la mayoría de países islámicos, como en Arabia Saudí o Irán. En algunos países islámicos relativamente seculares o multi-religiosos como Argelia, Marruecos, Túnez, Indonesia o Turquía hay más tolerancia.

A pesar de esto, la temática homoerótica ha estado muy presente en la literatura clásica del mundo árabe e islámico. En la poesía árabe clásica se celebra a menudo el amor masculino, siendo más frecuente que las expresiones de atracción a las mujeres.

Algunos religiosos musulmanes insistieron en la aceptación de facto de la homosexualidad hasta bien entrado el siglo XX, cuando el desarrollo de movimientos islamistas y puritanos como el wahhabismo ratificaron a la homosexualidad un acto abominable y un delito.

Pero el wahabismo quedó bajo la lupa luego de los atentados terroristas de 2001….

CNN presentó el caso de Mahdia Lynn, quien asistía a una mezquita en una pequeña comunidad musulmana conservadora en Oklahoma, donde la gente creía que era una mujer heterosexual.

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La transgénero Mahdia Lynn en la mezquita Masjid al-Rabia, donde son bienvenidas todas las minorías, tanto de sectas como de género e identidades sexuales.

“Siempre existía el riesgo de ser expulsado”, dijo Lynn, una musulmana transgénero chiíta. “Pero en ese momento, solo quería centrarme en mi fe”.

Hoy día, Lynn asiste a la mezquita Masjid al-Rabia, una pequeña comunidad en Chicago construida sobre “cinco pilares de inclusión”.

Y el imán Daiyiee Abdullah, de 65 años, es uno de los pocos clérigos musulmanes abiertamente homosexuales pero tuvo que instalarse en las montañas de Colorado.

En el Islam estadounidense hay ocho “comunidades inclusivas”, desde Atlanta hasta San Francisco.

En definitiva, el Islam tiene que resolver su relación con los desafíos socioculturales igual que los otros cultos. No es cierto que el Islam pueda ignorar el debate sobre el LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e indefinidos).

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Imán Daiyiee Abdullah.

Ani Zonneveld, la compositora, activista y primera cantante de Malasia en ganar un premio Grammy, le dijo a CNN que recibe llamadas regularmente de jóvenes musulmanes gays y lesbianas que han sido amenazados por su familia o tienen miedo de revelar su identidad sexual.

“Les digo que, a menos que tengas una relación fantástica con tus padres, mantenla en el armario hasta que termines la escuela secundaria y puedas salir de casa”, confesó Zonneveld.

Ella es la presidenta y fundadora de Muslims for Progressive Values (MPV), una organización sin fines de lucro que crea comunidades inclusivas y apoya los matrimonios interreligiosos, homosexuales y las minorías de género y sectarias.

“Lo que hemos visto es que los musulmanes LGBT no se sienten cómodos yendo a una mezquita, y si lo hacen, definitivamente se mantienen encerrados”, agregó.

Según una encuesta realizada por el Instituto de Política Social y Entendimiento (PEW), el 31% de los musulmanes estadounidenses dijeron que tenían una opinión favorable de las personas LGBT, el 23% dijeron que eran “desfavorables” y el 45% dijeron que “no tenían opinión”.

Según la encuesta, entre los católicos, judíos y protestantes encuestados, solo los evangélicos blancos tenían opiniones menos favorables de las personas LGBT.

Actuar como si la discriminación fuera exclusiva de los musulmanes estadounidenses es aceptar la narrativa islamofóbica impulsada por la derecha en este país, lo cual es irónico, porque es la derecha la que está borrando sistemáticamente los derechos de las personas transgénero, dijo Lynn.

“El Islam me salvó la vida, así que tomé la decisión de entregar mi vida al Islam”, según ella, y fundó Masjid al-Rabia en 2016 con otros dos musulmanes.

Los musulmanes discrepan sobre cómo interpretar la encuesta de PEW.

En general se señala un creciente apoyo a los derechos políticos LGBTQ, pero no en espacios religiosos como mezquitas y centros islámicos.

Un documental sobre Ani Zonneveld.

Los activistas LGBTQ han apoyado ampliamente a los musulmanes estadounidenses, apoyándose en los últimos años para protestar contra las políticas de la administración Trump: “Lucharé por cualquiera que luche por nuestra comunidad”, prometió la activista Linda Sarsour durante una convención islámica en 2018. “Todo el mundo es creado por Alá y merece ser tratado con dignidad y respeto. Así es como los musulmanes tenemos que aparecer en estos Estados Unidos de América”.

Pero Yasir Qadhi, un influyente erudito y decano de asuntos académicos en el nuevo Seminario Islámico de América en Dallas, dijo que los activistas políticos pro-derechos LGBTQ están confundiendo a los jóvenes musulmanes.

“Estás enviando un mensaje mixto”, dijo en la conferencia islámica. “Porque al final del día, no creemos que sea moralmente saludable tener relaciones sexuales fuera de los lazos del matrimonio”.

Estas declaraciones de Qadhi provocaron una polémica considerable. Según CNN, ahora él moderó sus comentarios sobre la homosexualidad al señalar que los “sentimientos e inclinaciones” no son en sí mismos pecaminosos, y que los actos homosexuales no deben ser objeto de una condena especial.

Los musulmanes LGBTQ deberían ser bienvenidos en las mezquitas, dijo él, pero ellos no deberían presionar por cambios en la teología o práctica islámica en los terrenos de la mezquita.

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Yasir Qadhi, influyente erudito musulmán-estadounidense, uno de los pocos que
ha abordado públicamente cuestiones LGBTQ.

“Lo que sea que alguien haga en su vida privada no es asunto nuestro”, agregó Qadhi. “Nunca voy a señalar a nadie en sermones por ninguna conducta pecaminosa. Al mismo tiempo, en la mezquita de la que soy parte, hay una línea roja clara: no pueden predicar a otros que esto es parte del Islam, el de la misma manera no permitiría que una persona venda licor en nuestra propiedad”.

El Consejo Fiqh de América del Norte, un cuerpo de académicos que emiten opiniones legales basadas en textos islámicos, abordará el transgénero en breve,anunció Qadhi, miembro del consejo.

La cirugía de reasignación sexual está permitida en el Islam chiíta, pero no entre los sunitas. La mayoría de los musulmanes estadounidenses son sunitas.

En la mayoría de las mezquitas, los géneros están separados, y ha habido conflictos sobre dónde deberían sentarse los musulmanes durante el proceso de transición de género, dijo Qadhi. “Los problemas de identidad de género serán las grandes preguntas para los próximos años”.

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