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En Sinkiang sólo hay lágrimas del Islam

lunes 25/11/2019

La discriminación religiosa afecta a todos por igual, afirman estudios realizados por el Proyecto Religión y Estado, liderado por el…

Habitual represión del Ejército chino de los musulmanes iugures.

La discriminación religiosa afecta a todos por igual, afirman estudios realizados por el Proyecto Religión y Estado, liderado por el profesor de políticas de la Universidad Bar Ilan (Israel), Jonathan Fox.

Sin embargo, según dónde se lean dichos estudios o quién los realice, se pone más énfasis en que una religión está más perseguida que otra en todo el mundo.

La Lista Mundial de la Persecución proporciona un análisis objetivo de la situación por la que atraviesan más de 245 millones de cristianos en países donde la persecución es alta, muy alta o extrema.

Persecudión Religiosa 2019 by tercerangel on Scribd

Pero también hay lugares donde también los musulmanes la pasan mal. Birmania, por ejemplo. También aparece el caso de China.

Hay una forma de islam en Xinjiang / Sinkiang contra la que lucha el gobierno de Beijing, que ha enviado cientos de miles de chinos de la etnia Han para convertirles en el grupo étnico dominante y someter a los musulmanes uigures, sometidos a fuertes restricciones a la libertad religiosa, al culto religioso musulmán y a la enseñanza de la lengua y la cultura uigures.

xinkiang
La Ruta de la Seda, que vincula a China y Medio Oriente, pasaba por Xinjiang / Sinkiang,
un legado que se puede apreciar en los bazares tradicionales al aire libre
de las ciudades oasis, Jotán y Kasgar.

Chinos musulmanes

Los uigures tienen su propio idioma, existieron como federación tribal, gobernada por los Rouran entre el 460 y el 545, establecieron el Kanato uigur en el siglo VIII, origen de la palabra “huihu” usada por los musulmanes para identificar a la etnia hui, conocidos como “chinos musulmanes”.

Su Kanato se extendió desde el mar Caspio hasta Manchuria y duró desde el año 745 al 840, cuando fueron derrotados por los kirguises.

A partir del 742 d.C., ellos iniciaron el proceso de conversión hacia el Islam. La religión ha influido de forma notable en sus sistemas judiciales, económicos y educativos.

Un grupo emigró hasta la actual provincia de Gansu alrededor del siglo IX. Ahí se convirtieron al budismo tibetano, y son conocidos como los yugur.

Sin embargo, otros avanzaron hacia Sinkiang, y los países de Asia Central limítrofes: Kazajistán y Kirguistán, además de Uzbekistán.

La región de Sinkiang tiene más de 15.000 mezquitas y centros de oración, uno por cada pueblo musulmán.

La llamada 1ra. República del Turkestán Oriental se independizó en 1933 y gobernó el destino de los uigures hasta que en 1949 fue ocupada por el comunista Ejército Popular de Liberación.

Muchos partieron entonces al exilio. Los que quedaron padecieron especialmente durante la Revolución Cultural.

El Gobierno chino combatió con medios militares y políticos contra el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (ETIM), consiguiendo que sea considerado un grupo terrorista por la ONU y USA.

Xinjiang
Xinjiang / Sinkiang: Mezquita Id Kah.

Prohibido demostrar Fe

Aunque Sinkiang es la provincia china de mayor extensión (1.600.000 km2), está muy poco poblada (20 millones de habitantes) por sus hostiles condiciones geográficas, que incluyen el enorme desierto del Taklamakán y la cadena montañosa de Tianshan.

Los uigures alcanzan el 45% de la población de Sinkiang.

Los uigures en Sinkiang sufren de un «estado policial de pleno derecho» con controles y restricciones extensas en su vida religiosa, cultural y social: les controlan hasta la barba, si tienen una alfombra de oración o si dejan de fumar o beber.

Quizás son más de 1 millón los uigures detenidos en campos de detención masiva, denominados «campos de reeducación».

The New York Times ha informado que los presos deben «cantar himnos elogiando al Partido Comunista Chino y escribir ensayos de autocrítica», y que los presos también son sometidos a abusos físicos y verbales por parte de los guardias de la prisión.

Un reportaje de octubre de 2018 realizado por la BBC News utilizó un análisis con imágenes satelitales recopiladas a lo largo del tiempo para afirmar que cientos de miles de uigures deben estar internados en los campamentos.

De todos modos, los chinos islámicos de Sinkiang no son los únicos castigados por el régimen de Beijing.

La Región Autónoma Hui, en Ningxia, y otras localidades pobladas por musulmanes étnicos se han convertido en otras áreas e la brutal represión del islam por parte del Partido Comunista Chino (PCCh).

Según consta en documentos, Zhang Yunsheng, miembro del comité permanente del PCCh y secretario del Partido a cargo de los asuntos políticos y legales en Ningxia, comentó que la región «debería sacar provecho de las buenas prácticas y medidas implementadas en Sinkiang» para frenar el denominado «extremismo y terrorismo religioso».

A fin de «desextremizar» a los musulmanes de etnia hui, en el noroeste de China se han puesto en marcha represiones al estilo de las implementadas en Sinkiang: se están eliminando los símbolos y signos islámicos y se intensifica el control sobre los imanes en un intento de erosionar la fe musulmana y reemplazarla con la ideología del PCCh.

CINA XINJIANG MILITARI
En agosto 2016 ocurrió el cambio en la política del presidente Xi en Xinjiang respecto
de Xinjiang: Zhang Chunxian, conocido por sus “métodos suaves y flexibles en la
conducción”, fue reemplazado por Chen Quanguo.

Educando imanes comunistas

Un imán que solicitó permanecer en el anonimato le reveló a la web Bitter Winter, especializada en derechos religiosos en China, que la Academia de Ciencias Sociales de Ningxia situada en la ciudad de Yinchuan ahora funciona como un centro de capacitación para adoctrinar a imanes y a otros líderes religiosos que sirven en mezquitas sancionadas por el Estado en la región con la ideología, políticas y reglamentos del PCCh.

«Todos los días del año, líderes religiosos islámicos son ‘educados’ allí, nuevos grupos van y vienen constantemente», afirmó el imán. «Algunas de las clases duran de tres a cinco días y otras de siete a diez días».

Mientras tanto, los imanes que residen en otras zonas de Ningxia también están obligados a asistir a «clases» sobre políticas nacionales y economía, tecnología y temas similares organizadas por las agencias de asuntos religiosos locales.

De acuerdo a la web Urgente24, “(…) una investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés) y compartidos con 17 medios como The New York Times, Le Monde y El País, dio a conocer documentos secretos sobre cómo son las condiciones de detención de los musulmanes que viven en China (…).

Acompañada por videos, testimonios y explicaciones detalladas, los medios internacionales explicaron que contienen los documentos confidenciales que pasan de mano en mano entre los funcionarios del régimen e intentan ser guardados en secreto claro para no revelar las formas de represión y cómo hizo Xi (Jinping, presidente de China) para en poco tiempo encerrar a casi un millón de personas en centros de detención, al estilo campos de concentración del siglo XX.

Uno de los puntapié para la investigación, según asegura el diario El País fue un telegrama obtenido por la asociación de periodistas que data del año 2017 y es firmado por el encargado de seguridad del país en ese entonces y uno de los considerados líderes del partido en la región, Zhu Hailun. El mismo hablaba nada más y nada menos que de “gestionar estos centros que denominan de “educación ideológica” y “entrenamiento”, explica el periódico español. Esto por supuesto no suena tan extraño al recordar que uno de los objetivos de gobierno par China es el crecimiento e influencia internacional del país y la “seguridad nacional” que Xi tanto menciona.(…)”.

Zhu Hailun
Zhu Hailun, el estratega de la represión del Islam chino.

El misterioso Sr. Zhu

La web News Religion Service, ofreció datos del tal Zhu.

Después de que los sangrientos disturbios raciales sacudieron el lejano oeste de China hace una década, el gobernante Partido Comunista recurrió a una figura rara en sus filas para restablecer el orden: un funcionario chino Han con fluidez en Uighur, el idioma de la minoría musulmana turca local.

Ahora, los documentos confidenciales recientemente revelados muestran que el funcionario, Zhu Hailun, desempeñó un papel clave en la planificación y ejecución de una campaña que ha arrastrado a un millón o más de uigures a campos de detención.

Publicado en 2017, los documentos fueron firmados por Zhu, como entonces jefe de la poderosa Comisión de Asuntos Políticos y Jurídicos del Partido Comunista en la región de Xinjiang. Un lingüista uigur reconoció la firma de Zhu garabateada sobre algunos de los documentos de su tiempo como traductor en Kashgar, cuando Zhu era el principal funcionario de la ciudad.

“Cuando los vi, supe que eran importantes”, dijo el lingüista Abduweli Ayup, que ahora vive en el exilio. “Es un tipo que quiere controlar el poder en sus manos. Todo.”

Zhu, de 61 años, no respondió a las reiteradas solicitudes de comentarios.

Mucho antes de la represión y, a pesar de su íntima familiaridad con la cultura local, Zhu era más odiado que amado entre los uigures que gobernaba.

Nació en 1958 en la zona rural de Jiangsu en la costa de China. En su adolescencia, durante la tumultuosa Revolución Cultural de China, Zhu fue enviado al condado de Kargilik, en las profundidades del corazón de los uigures en Xinjiang. El nunca se fue.

Zhu se unió al Partido en 1980 y ascendió a la burocracia de Xinjiang, al mando de las ciudades más importantes. En los años ’90, hablaba con tanta fluidez la lengua de los uigures que corrigió a sus propios traductores durante las reuniones.

“Si no lo vieras, nunca te imaginarías que es chino Han (la etnia Han es el 92% de la República Popular China, 98% de Taiwán, 75% de Singapur, el 20% de la población mundial, el mayor grupo étnico del mundo). Cuando hablaba uigur, realmente hablaba como un uigur, ya que creció entre ellos”, dijo un empresario uigur que vivía en el exilio en Turquía, quien declinó ser nombrado por temor a represalias.

El empresario escuchó por primera vez de Zhu cuando lo mencinó un amigo suyo uigur que trató con el funcionario mientras concretaba negocios. Su amigo quedó impresionado y describió a Zhu como “muy capaz”, un burócrata chino Han con el que los uigures podían trabajar. Pero después de años de observar a Zhu supervisar las represiones y arrestos, el empresario pronto llegó a una conclusión diferente.

“Es un zorro astuto. El tipo realmente astuto, el tipo que juega con tu cerebro ”, dijo. “Fue un personaje clave para las políticas del Partido Comunista para controlar el sur de Xinjiang”.

documentos
Documentos de la represión implacable de Zhu Hailun.

Ayup, el lingüista, conoció a Zhu en 1998, cuando vino a inspeccionar su municipio. Era conocido por ordenar redadas a las 3 de la madrugada de casas uigures, y los granjeros cantaban una popular canción popular llamada “Zhu Hailun está llegando” para burlarse de su naturaleza dura e inflexible.

En 2016, Beijing nombró a un nuevo líder para Xinjiang: Chen Quanguo. Chen, cuyo primer nombre significa “país entero”, se había forjado una reputación como un funcionario contundente que fue pionero en las tácticas de vigilancia digital en el Tíbet.

Zhu era su mano derecha. Nombrado jefe del aparato legal y de seguridad de la región, Zhu sentó las bases para un sistema de vigilancia estatal que todo lo ve y que puede identificar automáticamente los objetivos para arrestar. Atravesó la región para inspeccionar centros de internamiento, estaciones de policía, puestos de control y otros componentes de un aparato emergente de vigilancia y detención.

Después de la llegada de Chen, los uigures comenzaron a desaparecer por miles. Los documentos filtrados muestran que Zhu dirigió arrestos masivos, firmando avisos que ordenaban a la policía usar vigilancia digital para investigar a personas por haber visitado países extranjeros, usar ciertas aplicaciones móviles o estar relacionadas con “personas sospechosas”.

La televisión estatal muestra que Zhu continuó su incesante recorrido por los campamentos, puestos de control y estaciones de policía de Xinjiang, guiando personalmente la campaña de detención masiva.
Zhu renunció el año pasado después de cumplir 60 años, en línea con la práctica tradicional para los cuadros del Partido Comunista del rango de Zhu. Chen permanece en su puesto.

“Chen Quanguo vino en nombre del partido”, dijo el empresario uigur. “Zhu sabe cómo implementar, a quién capturar, qué hacer”.”

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