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En el año 2020, el Salmo 20

jueves 02/01/2020

Para el director del coro: salmo de David. Que el Señor responda a tu clamor en tiempos de dificultad;que el…

2020
Confíe usted en o su dinero o en su educación o en sus relaciones con personas o en su aspecto físico o en lo que otros pueden hacer por usted y no triunfará. Todo eso es importante pero no es decisivo. La victoria es sólo de Dios. Que tenga un buen año 2020.

Para el director del coro: salmo de David.

Que el Señor responda a tu clamor en tiempos de dificultad;
que el nombre del Dios de Jacob te proteja de todo mal.
Que te envíe ayuda desde su santuario
y te fortalezca desde Jerusalén.
Que se acuerde de todas tus ofrendas
y mire con agrado tus ofrendas quemadas.
(Selah/Interludio)

Que él conceda los deseos de tu corazón
y haga que todos tus planes tengan éxito.
Que gritemos de alegría cuando escuchemos de tu triunfo
y levantemos una bandera de victoria en el nombre de nuestro Dios.
Que el Señor conteste a todas tus oraciones.

Ahora sé que el Señor rescata a su rey ungido.
Le responderá desde su santo cielo
y lo rescatará con su gran poder.
Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra,
pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Esas naciones se derrumbarán y caerán,
pero nosotros nos levantaremos y estaremos firmes.

¡Da la victoria a nuestro rey, oh Señor!
Responde a nuestro grito de auxilio.

SALMO 20

El estilo

En la mentalidad teocrática de Israel, el rey representaba a Dios, y por eso los poetas áulicos recargaban sus epítetos entusiastas en favor del que sintetizaba las esperanzas nacionales. Las victorias de Israel eran las victorias de Yahvé.

En torno a esta idea surgió una literatura cortesana, de la que encontramos muchos ejemplos en el ‘Salterio’ -no sólo un instrumento de cuerdas en forma de cítara sino también el sinónimo del compendio o colección de Salmos-, composiciones líricas musicales sagradas.

El Libro de los Salmos (en hebreo, ‘tehilim’, o sea ‘alabanzas’; en griego, ‘psalmoi’) son una selección de poesía religiosa hebrea, 150 en total divididos en cinco colecciones, que integran el Tanaj judío / Antiguo Testamento, y que se empleaban en Jerusalén en la liturgia de los días cuando había templo.

La poesía hebrea antigua se caracterizaba por una métrica especial fundada en el paralelismo semántico: repetir la misma idea dos veces por lo menos, con distintas palabras.

Sus rasgos principales eran su concisión y carácter elíptico. Las ideas se fijaban con pocas palabras,​ y se dejaban implícitas muchas relaciones. Se renunciaba a completar los nexos entre las ideas para que las palabras sueltas encontraran en el oyente lo que el poeta no consignaba en el texto.

En el caso del Salmo 20, el autor o salmista escenifica las explosiones de júbilo y la esperanza de la asamblea israelita, reunida con motivo de una fiesta en torno a su rey.

  • En la Biblia hebrea, el Libro de los Salmos se encuentra al inicio de la 3ra. sección, llamada ‘ketubim‘ (escritos).
  • En la versión de los LXX o Septuaginta, también encabeza la sección de libros llamados ‘didácticos‘.
  • En las versiones latinas, el Libro de los Salmos es ubicado siempre después del Libro de Job.

El mensaje

La Biblia de Jerusalén le concede al Salmo 20 el título de “Liturgia de coronación“.

El Salmo 20 es algo así como un himno nacional posible de ser cantado al comienzo de una guerra, cuando el monarca está ciñéndose la espada para el combate, una declaración de bendición sobre el pueblo para recitar antes de salir a la guerra.

Muchos creen que el Salmo 20 nació como una oración para usar antes de ir a una batalla. Los conflictos bélicos eran casi cotidianos durante mucho tiempo en Israel, hasta que David estabilizó las fronteras; y luego él mismo sufrió el acecho de algunos de su propia familia.

Pero también es una súplica por el triunfo del Mesías. Si bien no está clasificado como uno de los Salmos mesiánicos, sin duda es un Salmo mesiánico porque es una profecía del Mesías y su obra de redención.

El rey de Israel era un monarca teocrático, instituido por Dios y encargado de una misión divina, y sujeto de las promesas mesiánicas hechas a David y a su descendencia; por esto es fácil ver en estos salmos un sentido más alto que el histórico.

Canto de acción de gracias por las victorias del rey” es el título del Salmo 20 para Nácar-Colunga (versión católica de la Biblia, cuya 1ra. edición fue en 1944, por Alberto Colunga Cueto y Eloíno Nácar Fúster), recuerda Franciscanos.org/

En la teoría de Jehová, las victorias de los israelitas, por entonces el llamado ‘pueblo elegido‘, debían ser un motivo de admiración de las poblaciones gentiles hacia el Dios de Abraham, de Moisés y de David.

Por ese motivo, otorgarle el triunfo al pueblo de Israel, ser su escudo y protección, era -en aquellos tiempos del Lugar Santísimo- demostrar su poder y justicia, de manera tal que atrajera a otros a Él.

Dios no quería que Israel destruyera cada nación vecina. Su ambición era que Israel fuera tan bendecida y fuerte que otras naciones -adoradoras de Baal, de Moloch, etc.- fueran “sujetas a tributo” por Israel, reconociendo que su fuerza y dominio era su Dios.

Cuando los arameos de Damasco llegaron para ayudar al rey Hadad-ezer, David mató a veintidós mil de ellos.
Luego puso varias guarniciones militares en Damasco, la capital aramea, y los arameos se convirtieron en súbditos de David y le pagaban tributo. Así que el Señor le daba la victoria a David dondequiera que iba.
David llevó a Jerusalén los escudos de oro de los oficiales de Hadad-ezer,
junto con una gran cantidad de bronce de las ciudades de Teba y Berotai que pertenecían a Hadad-ezer.

Cuando Toi, rey de Hamat, se enteró de que David había destruido a todo el ejército de Hadad-ezer,
envió a su hijo Joram para felicitar al rey David por su exitosa campaña. Hadad-ezer y Toi habían sido enemigos y con frecuencia estaban en guerra. Joram le obsequió a David muchos regalos de plata, de oro y de bronce.
El rey David dedicó todos estos regalos al Señor, así como lo hizo con la plata y el oro de las demás naciones que había derrotado
—de Edom, de Moab, de Amón, de Filistea y de Amalec— y de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba.

A raíz de esto, David se volvió muy famoso. Después de su regreso, aniquiló a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. Puso guarniciones militares por todo Edom, y los edomitas se convirtieron en súbditos de David. Es más, el Señor le daba la victoria a David dondequiera que iba.”

2 SAMUEL 8:5-14

Cuatro datos

** El título del Salmo 20 es el mismo de otros: “Al Músico Principal. Salmo de David”.

Pero en sí, el Salmo es diferente a otros porque está en una voz de una multitud que ora por el Rey de Israel, quien está listo para salir a la batalla.

Por este motivo, el Salmo habla en primera persona y en plural (Nosotros) en los versículos 1 al 5 y 7 al 9. La primera persona en singular (Yo) del versículo 6 al parecer es la respuesta de David mismo o del Sumo Sacerdote en nombre de él.

Una pregunta sobre el autor: ¿David escuchó un momento de oración espontánea del pueblo por él y lo moldeó en un canto para recordar?

** Este Salmo es una lógica continuación del anterior, 19. Y está unido estrechamente con los otros dos que le siguen, 21 y 22.

Es probable que estos Salmos se cantaran en Israel en una forma litúrgica.

Algunos opinan que eran entonados por los líderes del servicio de adoración, siempre de la tribu de Leví, y por los adoradores que se habían reunido, quienes respondían de manera antifonal.

** Selah: La idea en la lengua hebrea para esta palabra (mencionada 74 veces en el Antiguo Testamento) es para una pausa. La mayoría de las personas piensan que se refiere a una pausa de reflexión, para meditar en las palabras leídas. También puede ser una instrucción musical, para algún tipo de interludio musical.

** Un contraste: “Ellos confían en esas cosas, mas nosotros confiamos en Dios.”

Los carros y caballos resultaban un armamento terrible, especialmente para la infantería primeriza.

David hoy día escribiría: “Algunos confían en misiles, y algunos en tanques.”

David se rehusaba a confiar en carros y caballos porque Dios se lo había ordenado en la Ley de Moisés:

El rey no deberá construir grandes establos para sí ni enviar a su gente a Egipto para comprar caballos, porque el Señor te ha dicho: “Nunca vuelvas a Egipto“.

DEUTERONOMIO 17:16

Hay relatos de que él era muy cuidadoso con este tema:

David capturó mil carros de guerra, siete mil conductores de carros de guerra y veinte mil soldados de infantería. Les lisió los caballos de tiro, excepto los necesarios para cien carros de guerra.”

2 DE SAMUEL 8:4

Pero, además, David sabía que los reyes y sus pueblos usualmente confiaban en la fuerza humana (en carros y en caballos).

Su confianza en la victoria estaba sólo en Jehová. Por eso él dice que su ejército hará memoria del nombre de Jehová.

La batalla del Monte Guilboa fue la última victoria de los filisteos sobre los israelitas y provocó el suicidio de Saúl. En aquel combate también 3 de sus hijos, incluyendo Jonatán, el gran amigo de David.

Después que David fue rey de todo Israel, los filisteos fueron derrotados y sometidos durante varias décadas.

Algunos historiadores afirman que esto fue posible fue porque David había aprendido de los propios filisteos, mientras fue protegido por ellos, la manufactura del hierro, y así pudo desarrollar un armamento aún superior. Pero esto jamás lo creería el propio David porque el rey conocía cuál era su fortaleza.

Confíe usted en o su dinero o en su educación o en sus relaciones con personas o en su aspecto físico o en lo que otros pueden hacer por usted y no triunfará. Todo eso es importante pero no es decisivo. La victoria es sólo de Dios. Que tenga un buen año 2020.

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

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