La oficina de prensa del papa Francisco difundió un tweet a través de su cuenta Oficial @Pontifex (“Hoy inicio mi 32° #ViajeApostólico. Queridos amigos de Tailandia y Japón, en espera de encontrarnos, oremos juntos para que estos días sean ricos de gracia y alegría”), y entonces levantó vuelo el avión Airbus A330, de Alitalia, rumbo a Bangkok. Eran las 19:00 -hora de Roma, Italia- del martes 19/11/2019.
El tramo inicial de la gira del pontífice católico apostólico romano fue una ruta de 9.352 km en 11 horas y media, sobrevolando Croacia, Bosnia Herzegovina, Serbia-Montenegro, Bulgaria, Turquía, Irán, Afganistán, Pakistán, India y Myanmar.
Ni Japón ni Tailandia tienen comunidades católicas abundantes: 0,5% en Tailandia (300.000 laicos) y 0,3% en Japón (500.000 laicos). Difícil un ‘baño de masas‘ tal como en África en días recientes. El 90% de los tailandeses son budistas -cuyo objetivo es el cese de las kleshas (estados destructivos mentales, incluyendo la ignorancia, la adhesión a lo material y la aversión) para alcanzar el sublime estado de Nirvana-, y la mayoría de los japoneses son sintoístas -la veneración de los kami o espíritus de la naturaleza- y budistas.
En Tailandia, el papa Francisco promueve un diálogo, que comenzó cuando el monarca Rama V visitó al papa León XIII en 1897.
El nuncio apostólico, Paul Tschang In-nam, explicó que allí “el cristianismo sigue siendo considerado una religión extranjera. Y luego, por razones históricas, una parte de la población del país, también considera a la Iglesia Católica como cómplice del mundo occidental, que llegó a ocupar esta parte de Asia. La Iglesia Católica ofrece un aporte, muy apreciado por la sociedad, a través de las escuelas católicas. En Tailandia son 370 escuelas católicas con un total de más de 500.000 alumnos que son formados en estos institutos”.
En Japón, la Compañía de Jesús tuvo un rol fundamental desde que arribó, en 1540, cuando el reverendo Francis Xavier, cofundador de los jesuitas, decidió intentarlo. En el comienzo fue un éxito pero el cristianismo terminó prohibido. El 05/02/1597, 26 cristianos fueron martirizados en Nagasaki.
“Me uní a los jesuitas porque me llamó la atención su vocación misionera, de ir siempre a las fronteras”, reiteró Francisco en una entrevista publicada a principios de noviembre 2019.
Otro jesuita famoso, Pedro Arrupe, llegó a Tailandia a principios de la década de 1980 para trabajar con los migrantes y refugiados, principalmente de Laos y Camboya.
Arrupe murió al regresar a Roma, en 1983, pero al año siguiente el pontífice Juan Pablo II visitó Tailandia. Hoy día hay en este país 97.000 refugiados, la mayoría de ellos huyendo de la violencia y la persecución en Myanmar. Para Francisco, una oportunidad.
La cuestión de los refugiados también es muy sensible en Japón, pero a causa del bajo número de refugiados que el país acepta cada año: por ejemplo, en 2017 aprobó 20 solicitudes de casi 20.000 que fueron presentadas, según el diario Japan Times.
En el libro-entrevista “El Jesuita”, de los periodistas argentinos Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, Jorge Mario Bergoglio confesó que fue el espíritu misionero lo que le animó a unirse a la Compañía de Jesús y que pidió ir a Japón, pero el entonces superior general, el bilbaíno Pedro Arrupe, se lo impidió por sus “problemas de salud”, ya que por una infección pulmonar se le había extirpado una porción de un pulmón.
En 2019, en su 32do. Viaje Apostólico, Francisco viajó hacia Tailandia, y después a Japón. Sin embargo, el periplo coincide con malas noticias que le llegan desde la Argentina, su país natal
Menos católicos
Aunque el catolicismo todavía conserva una “mayoría atenuada” en la Argentina, en la última década casi se duplicó la cantidad de gente que no adscribe a ninguna religión –ya son 2 de cada 10 habitantes en el país- pese a que el Estado sostiene el culto católico apostólico romano, y se encuentra vigente un acuerdo de Concordato con el Vaticano.
Sin apoyo del Estado, los cultos evangélicos pasaron del 9% al 15% de la población y la elección de un Papa argentino no modificó significativamente la vida religiosa de la sociedad: las personas prefieren relacionarse con Dios, sin intermediaciones, por su propia cuenta, según la 2da. Encuesta Nacional de Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, realizada por el Área Sociedad, Cultura y Religión, del Ceil-Piette, del Conicet, sobre una muestra de 2.421 casos.
2da. Encuesta Científica sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina by tercerangel on Scribd
En 1947, la comunidad católica representaba el 93,6% del total de habitantes del país (Bergoglio nació en 1936), pero en 2008, sumaba el 75,5% y en la última década, su decrecimiento fue más acentuado en el ámbito metropolitano y en el NEA: 1 de cada 4 habitantes de CABA y el conurbano se declara sin religión. En cambio, los devotos evangélicos aumentan más en el NOA y NEA y sobresalen en esta última región y en la Patagonia.
El NOA es la región más católica. AMBA (Área Metropolitana Buenos Aires) y la Patagonia es la de mayor mayor proporción de habitantes sin religión.
“En 11 años se han transformado profundamente las creencias religiosas y sociales en nuestro país. Las diferencias son importantes por regiones, por género, edad y nivel educativo. Así como decrece el mundo católico vemos cómo crecen y se consolidan otras creencias ya presentes en nuestro primer trabajo de 2008: el mundo de los sin religión y el mundo evangélico”, destacó a Mariana Carbajal, del diario Página/12, el sociólogo Fortunato Mallimaci, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, quien lideró el equipo que también integraron Verónica Giménez Béliveau y Juan Cruz Esquivel.
A la vez, se registró una caída en la asistencia semanal a los servicios religiosos y, entre 2008 y 2019 se duplicó entre los creyentes la cantidad de quienes afirman que el aborto es un derecho de la mujer.
“La investigación nos muestra que debemos renunciar a esencialismos y a comprender a la sociedad de manera binaria: hay múltiples catolicismos, evangelismos y personas sin religión que a su vez se nutren de diversas sociabilidades y subjetividades. No hay bloques homogéneos de creencias sino que hay diferentes esferas que se vinculan o desvinculan donde las personas toman decisiones: se puede ser creyente, estar a favor de la despenalización del aborto y adherir o criticar las posiciones del Papa Francisco. ¡Sociedad y religión en movimiento! El creer por su propia cuenta, el cuentapropismo religioso y los procesos de individuación son masivos junto a experiencias comunitarias que reúnen a “núcleos duros” que ocupan el espacio público y presionan sobre las instituciones estatales. Al analizar el conjunto de las creencias vemos que las personas creyentes toman distancias de las instituciones que históricamente las vienen representando mostrando la profunda crisis que allí se vive.”
FORTUNATO MALLIMACI
Del universo del 18,9% que se define sin religión, 9,7% manifestaron no tener ninguna, 6% dijeron ser ateos y 3,2%, agnósticos.
Entre los evangélicos (15,3% del total de población), la mayoría afirma integrar alguna iglesia pentecostal (13%). Apenas 1,4% dijo ser Testigo de Jehová o mormón.
No hay que soslayar que “alrededor de un cuarto de la población interactúa cotidianamente en espacios religiosos sin que otro espacio político, social, cultural o actividad compita”, apuntó Mallimaci.
Al igual que en 2008, 6 de cada 10 creyentes dijo relacionarse con Dios por su propia cuenta, mientras que 3 de cada 10 eligen hacerlo a través de una iglesia o templo.
Entre les evangélicos, el vínculo con Dios pasa mayoritariamente por el templo.
Pero casi el 60% de la población no lee la Biblia ni otro libro sagrado. Los católicos rezan y hablan con sus seres queridos difuntos. Los evangélicos son los que más oran, leen la Biblia y escuchan música religiosa, de acuerdo a la encuesta.