"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."
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La adoración en tiempos de aislamiento

miércoles 01/04/2020

La adoración en tiempos de aislamiento forja el replanteamiento de cuál es su verdadero rol en la vida de los…

La adoración en tiempos de aislamiento forja el replanteamiento de cuál es su verdadero rol en la vida de los cristianos. ¿Por qué es importante conocer la diferencia entre adoración y servicio de adoración?

La adoración en tiempos de aislamiento

Adorar es reverenciar o rendir culto a un ser que se considera de naturaleza divina y, en cambio, el servicio de adoración es una manifestación externa de aquella condición interna.

Definiciones diferentes pero afines suelen mezclarse en la vida espiritual cotidiana de los fieles. Tal vez era necesario el aislamiento obligatorio para lograr el replanteamiento de cuáles son las ideas verdaderas y cuáles erróneas acerca de la adoración y en qué punto diverge del culto congregacional.

Algunas de las características claves son:

Personal

La cuarentena enfrentó a la obligación de sobrellevar cultos opuestos a los habituales, ya que se desarrollan en soledad y despojados de liturgia. En consecuencia, quedó a la vista el principio del deber cristiano plasmado en Romanos dónde se resalta la cualidad indefectible de rendir una adoración desde motivaciones personales:

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Romanos 12:12

Compartida

No obstante, lo que para muchos ha sido una novedad, otro grupo de feligreses ya se había enfrentado a la disyuntiva de hacer el esfuerzo por asistir a un lugar físico o “participar” a distancia debido a las facilidades virtuales y el acceso a internet.

Es prácticamente innecesario aclarar que no es lo mismo la adoración conjunta que en soledad, aunque ambas tienen su tiempo y lugar en la vida de un creyente. Pero cuando es compartida, el mensaje es más que el contenido sino que también está compuesto por el marco que le da lugar y la experiencia a través de la que ese mensaje se recibe.

Además, al compartir se estimula el contacto interpersonal, el apoyo espiritual y emocional, y crea las condiciones para una mayor reverencia.

No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

Hebreos 10:25
culto familiar

Interactiva

La necesidad de integrar a cada feligrés en sus habilidades y talentos es un reto que hallan las congregaciones alrededor del mundo. Por eso, las circunstancias actuales pueden ser el puntapié ideal para revisar la gestión de los servicios de culto, ya que mientras cada miembro adora desde su hogar también se puede indagar sobre cuál es su papel en los servicios conjuntos.

El apóstol Pablo dejó suficiente evidencia de la necesidad de servicios de culto interactivos en la sección de la primera carta a los corintios en la que detalla el orden que deben tener:

¿Qué concluimos, hermanos? Que, cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia. Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete. Si no hay intérprete, que guarden silencio en la iglesia y cada uno hable para sí mismo y para Dios. En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás examinen con cuidado lo dicho. Si alguien que está sentado recibe una revelación, el que esté hablando ceda la palabra. Así todos pueden profetizar por turno, para que todos reciban instrucción y aliento.

1 Corintios 14:26-32

Activa hacia adentro

Este punto puede ser el más desafiante en tiempos de aislamiento obligatorio, ya que si se optaba por un comportamiento pasivo al asistir a los servicios de culto congregacionales previos a la pandemia, en los hogares la situación obliga a torcer la propia actitud en pos de una participativa.

El principio de la conducta activa es un cimiento clave desde la fundación del culto cristiano, tanto al interior de la iglesia como del hogar. Así lo expresa Pablo en su carta a los romanos:

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,  así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

Romanos 12:4-8

Proactiva hacia afuera

La esencia misma de Dios y todo lo vinculado a Él, es no vivir para sí sino que toda acción esté orientada para el beneficio de otros. Por eso, una adoración fiel siempre deviene en una actitud proactiva en vistas a compartir aquello que se recibe, tanto hacia afuera de las iglesias como al exterior del propio hogar.

 Alabad a Jehová, invocad su nombre; dad a conocer sus obras en los pueblos. Cantadle, cantadle salmos; hablad de todas sus maravillas. Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.

Salmos 105:1-3
dar

Dotada de sentido

Así como en otras facetas de la vida, en la religiosa resulta complejo salir de la rutina para realizar las actividades con sentido, sin que se tornen en procesos automáticos. En este caso, cobra más relevancia aún porque lo que está en juego es la espiritualidad y para que persista el sentido de cada rito y metodología, resulta indispensable la búsqueda de la autenticidad y la intención consciente.

Un ejemplo de adoración significativa es el relato de la viuda que ofrendó con propósito, a diferencia de quienes la juzgaban desde la vereda opuesta.

Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.

Marcos 12.41–44

Dirigida

El segundo mandamiento del decálogo plasmado en Éxodo 20 explica que la adoración debe estar dirigida a Dios y no estar centrada en una imagen ni enfocada en uno mismo.

Algunas religiones discutirán esta norma argumentando que los israelitas del Antiguo Testamento sí poseían objetos de veneración. Empero, aquellos instrumentos formaban parte del sistema ritual ordenado por Dios utilizados para representar ideas abstractas y en ningún momento fueron diseñados para ser foco de idolatría.

Asimismo, con el surgimiento de la Iglesia Primitiva tampoco se reverenciaron objetos ni ídolos, aunque con el pasar de los siglos este fue uno de los mandamientos más olvidados. Con todo, al final de los tiempos será crucial a quién, cómo y a través de qué se adora (Apocalipsis 21:8).

Adorar en cuarentena

Si hay un mensaje revivido entre los cristianos en lo que va de tiempo desde el brote del COVID-19, es la advertencia de lo que significa una peste de estas características en los tiempos que le dan lugar.

En esta línea se han arriesgado toda clase de teorías junto a reflexiones y llamados de parte de líderes y laicos. Lo que aúna a la mayoría es el sentido de premura y la invitación a despertar de la comodidad para entender la situación como una preparación, un entrenamiento para lo que vendrá.

Pero además de este aviso espiritual, lo cierto es que mientras las condiciones sigan obligando a realizar los cultos desde el interior de las casas, seguirá vigente la propuesta de replantearse cuál y cómo es la verdadera adoración, aquella que Dios prescribe en las Sagradas Escrituras.

La diferencia entre adoración y servicio de adoración es más evidente hoy que antes de la pandemia, ya que en esencia comienza en el interior de la persona para luego repercutir en manifestaciones externas.

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

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