por ELIZABETH MAIER
La microbiota intestinal contiene 100 billones de microorganismos, incluyendo como mínimo 1.000 especies diferentes de bacterias que comprenden más de 3 millones de genes, 150 veces más que en el genoma humano.
Un hombre promedio tiene cerca de 30 billones de células humanas pero, sorprendentemente, las bacterias son más: superan los 39 billones.
Por otra parte, la Sociedad Europea de Neurograstroenterología y Motilidad, añade:
“La microbiota intestinal puede pesar hasta 2 kg. Un dato relevante es que sólo un tercio de nuestra microbiota intestinal es común a la mayoría de la gente, mientras que los otros dos tercios son específicos en cada persona. En otras palabras, podríamos describirla como el carnet de identidad personal, ya que es única a cada individuo”.
El médico infectólogo Haroldo Rojas afirma: “La microbiota toma relevancia a partir del estudio de la flora intestinal en el que se fue descubriendo la cantidad de bacterias que viven ahí. Es una diversidad viva de bacterias, hongos, virus y parásitos que existe en el colon”.
la dieta de Dios es la alimentación basada en plantas“.
Una animación explicativa para comprender de qué se trata la microbiota:
Cuerpo y mente
-¿Crees que es importante enseñar acerca de la microbiota?
-A medida que la ciencia avanza, enlaza cada vez más el cuerpo y la mente, demuestra que el cuerpo es uno solo. Y se sabe que en la flora se reflejan un montón de enfermedades que no tienen que ver directamente con los intestinos. Incuso se puede saber si una persona es delgada o gorda únicamente analizando su materia fecal. Es una razón más para concientizar que nuestras decisiones impactan en todo el cuerpo.
American Gut Proyect es un grupo de investigación que toma muestras de materia fecal de donantes alrededor del mundo para conocer la variedad de organismos y su importancia. Es la comunidad científica más grande del mundo que adquiere datos de la microbiota, incluyendo muestras de más de 11 mil personas.
piezas únicas e irrepetibles para cada humano, creadas por Dios”.
Daniel McDonald, director del proyecto, comentó en 2018 acerca de los resultados preliminares del estudio: “observamos mayor diversidad microbiana que en estudios previos que eran menores, lo que sugiere que si seguimos estudiando más poblaciones, encontraremos más diversidad, que es importante para definir los límites de la microbiota humana”.
-¿Cómo se puede cuidar esta parte del cuerpo?
-A pesar que aún se desconoce muchísimo, sí se sabe que alimentándose con MAC (macrobiome associated carbohidratos), que es básicamente fibra, alimentamos nuestra buena microbiota. Pero la occidentalización de la alimentación es paupérrima en fibra, que proviene únicamente de origen animal. Es una razón más para avalar la alimentación basada en plantas.
-¿Qué pensas de las dietas que no incluyen tanta fibra sino más grasas de origen animal?
–Yo estoy convencido que la dieta de Dios es la alimentación basada en plantas. Pero más allá de mis creencias, si te pones a pensar quién inicia las investigaciones para comprobar ciertas dietas, son los propios laboratorios que montan circos millonarios. Todo está tramado para terminar creyendo en lo supuestamente avalado por la ciencia.
básicamente fibra, alimentamos nuestra buena microbiota.
Pero la occidentalización de la alimentación es paupérrima en fibra.”
En la práctica médica
-¿Cómo comenzaste a investigar y tratar a los pacientes desde la comprensión de lo que es la microbiota?
–Cuando estaba haciendo la residencia en Infectología, un médico hizo referencia al concepto de ecosistema y me quedó dando vueltas en la mente. Yo pensaba, ¿por qué en vez de matar las bacterias malas con antibióticos, no le damos más bacterias buenas para que compitan con las malas y lógicamente se mueran?
“Yo siempre trato de no detenerme en lo más pequeño, porque la microbiota está en un intestino, que está en una persona, que tiene vida, sueños, familia, estrés. Lo que siempre recomiendo es practicar los ocho remedios naturales, porque brinda a todas las personas el bienestar necesario”.
-¿De qué se tratan los trasplantes de heces?
–Se hacen para tratar la diarrea por Clostridium difficile. Consiste en trasplantar heces de un dador sano, a las que previamente se le descartan las enfermedades trasmisibles. Se inyecta por una sonda nasogástrica hasta llegar al intestino. ¿Y qué hace? ¡Lo que yo siempre dije! Competir con esas bacterias que enfermaron al paciente.
Igualmente, yo pienso que hay que ir más allá. Está buenísimo tratar al paciente de esa forma, sin antibióticos. Pero si le receto una alimentación que naturalmente genere una diversidad abundante de bacterias, su microbiota cambia de un día al otro.
Clave para la calidad de vida
-¿Cómo se forma la microbiota?
–Hace poco aparecieron estudios que demuestran que se empiezan a formar durante el embarazo, por pasaje transplacentario de bacterias. Pero es muy reciente y lo que sí se sabe fehacientemente es que el pasaje del bebé por el canal de parto marca un hito en su salud. En ese momento traga toda la mucosa de la madre que va directamente a su intestino para formar la primera cobertura de bacterias de su vida.
-¿Qué pasa en las cesáreas?
–Debería ser la última opción, porque a pesar de que salva vidas y es cómodo para el obstetra, el bebé no absorbe las bacterias que necesita sino los antisépticos y un montón de otras cosas. En algunas partes del mundo el problema se soluciona colocándole paños a la madre para absorber lo que pierde durante la cesárea y luego con eso se cubre al bebé para compensar lo que no pudo ser fisiológico. Porque se sabe que este déficit genera alergias y otras enfermedades.
La Sociedad Europea de Neurograstroenterología y Motilidad afirma que hoy en día los expertos consideran a la microbiota como un órgano.
“Se trata de un órgano adquirido ya que los bebés nacen estériles: la colonización del intestino comienza justo después del nacimiento y evoluciona a medida que el ser humano crece.”
-¿En qué medida es modificable la microbiota en la adultez?
–Se puede modificar fácilmente, pero todavía no se puede saber el cambio que genera porque a diferencia del genoma humano que compartimos el 99,25% entre las personas, la flora únicamente comparte cerca del 50%. Somos todos distintos. Alimentarse con una dieta rica en verduras, cereales integrales, legumbres, oleaginosas y semillas la modifica en pocos días. A los carnívoros les puede caer mal todo esto porque su flora intestinal no está capacitada, pero simplemente hay que mermar progresivamente la cantidad de carne y aumentar la fibra.
El SII (síndrome de intestino irritable) es un trastorno que afecta al 20% de la población. Según un estudio realizado en 2010 es la razón del 15% de las visitas al médico clínico y el 40% de las derivaciones a gastroenterología.
mientras que los otros dos tercios son específicos en cada persona.”
-¿Cómo se trata a los pacientes que no toleran la fibra por colon irritable?
–El síndrome de intestino irritable no tiene nada que ver con la fibra, aunque muchos médicos retiran la fibra de las dietas de los pacientes que sufren esta dolencia. Es una enfermedad funcional, el paciente tiene síntomas pero el origen está en la mente. Estoy seguro que en el futuro van a aparecer estudios que revelen que mentes positivas tienen microfloras más sanas. Y no me va a sorprender.
Yo siempre trato de no detenerme en lo más pequeño, porque la microbiota está en un intestino, que está en una persona, que tiene vida, sueños, familia, estrés. Lo que siempre recomiendo es practicar los ocho remedios naturales, porque brinda a todas las personas el bienestar necesario.
